Cumbre en París busca crear fuerza internacional para proteger la paz en Ucrania

Países europeos, Canadá y Australia se reunieron en París para discutir la creación de una fuerza internacional que proteja la paz en Ucrania y mantener las sanciones económicas a Rusia.

En una tensa atmósfera internacional, una nueva cumbre se celebró el jueves 27 de marzo en París con el objetivo crucial de abrir negociaciones para la creación de una fuerza internacional que proteja un eventual acuerdo de paz en Ucrania. Treinta países europeos, junto a Canadá y Australia, se reunieron bajo el auspicio de Reino Unido y Francia en busca de fortalecer la posición negociadora de Kiev frente al presidente ruso, Vladimir Putin.

La reunión, bautizada como 'coalición de voluntarios', marcó un hito significativo en el conflicto, con la posibilidad de que se anuncie el envío a Ucrania de una misión militar franco-británica. El objetivo primordial era estudiar posibles modalidades de despliegue para esta fuerza internacional, sentando las bases para la pacificación del país.

El llamado a la unidad europea

Mientras las negociaciones para alcanzar la paz entre Ucrania y Rusia continúan, los países participantes en la cumbre se unieron en su compromiso de mantener las sanciones económicas impuestas a la economía rusa. La voluntad común es respaldar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y su país con apoyo militar y político, asegurando así que Ucrania esté en la mejor posición posible para negociar con Moscú.

En una conferencia de prensa tras la reunión, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que "habrá una fuerza de garantía" en territorio ucraniano, enviada por varios países europeos, si finalmente se logra un acuerdo de paz. Sin embargo, reconoció que aún no existe unanimidad entre los países reunidos sobre la participación de cada Estado en esta fuerza. A pesar de esto, Macron enfatizó que la iniciativa no necesita la aprobación universal para avanzar y alcanzar sus objetivos.

Macron sostuvo una conversación telefónica con el expresidente estadounidense, Donald Trump, antes de la cumbre del Elíseo, manifestando su deseo de obtener el apoyo de Estados Unidos a esta fuerza de paz. Aunque no especificó si este punto fue tratado durante la llamada, Macron indicó que ha encargado a los ministros de Asuntos Exteriores que preparen una propuesta sobre posibles mecanismos de seguimiento de un eventual alto el fuego para presentarla a sus socios estadounidenses.

Un despliegue rápido y coordinado

El primer ministro británico, Keir Starmer, evitó establecer una fecha límite estricta para el despliegue de la fuerza internacional, pero estimó que sería necesario desarrollar este proceso con rapidez y coordinación, limitándose a proteger infraestructuras estratégicas. Macron resumió que en un momento "clave" por el inicio de las negociaciones, el objetivo de la cumbre fue "colocar a Ucrania en la mejor posición posible para negociar y que la paz que se acuerde sea sólida y duradera".

Volodímir Zelenski, presidente ucraniano, también participó en la reunión y anunció que Starmer y Macron serían los representantes de Europa en unas eventuales negociaciones de paz. El mandatario ucraniano enfatizó la importancia de la participación europea en las conversaciones para alcanzar una resolución definitiva al conflicto.

La persistencia de las sanciones

Durante la cumbre, se reiteró la necesidad de mantener las sanciones económicas internacionales impuestas a Rusia hasta que se alcance un acuerdo de paz, desafiando las exigencias rusas de levantarlas. Olaf Scholz, canciller alemán, afirmó que "abandonar las sanciones sería un grave error" y recalcó que no tiene sentido finalizarlas hasta que se logre la paz.

António Costa, presidente del Consejo Europeo, coincidió en que mantener la presión sobre Rusia mediante sanciones es la mejor manera de apoyar a Ucrania. Los asistentes a la cita de París constataron que Moscú sigue llevando a cabo ataques de gran envergadura en suelo ucraniano, a pesar de las conversaciones bilaterales a tres bandas entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania.

Esta persistencia por parte de Moscú apunta a que no está interesada en un verdadero cese al fuego, según la evaluación de Scholz. Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, aunque no realizó declaraciones tras la reunión, subrayó la importancia de mantener la presión sobre Rusia para consolidar un alto el fuego y destacó la necesidad de continuar apoyando a Ucrania para fortalecer su posición en las conversaciones promovidas por Estados Unidos.

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