
EE. UU. alcanza acuerdo de culpabilidad en caso 11-S con 'cerebro' de atentados
El Departamento de Defensa de EE. UU. alcanzó un acuerdo de culpabilidad con los responsables de los atentados del 11-S, buscando cadena perpetua en vez de pena de muerte.

El Departamento de Defensa de EE.UU. llega a un acuerdo de culpabilidad con los responsables de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Khalid Shaikh Mohammad, Walid Bin ‘Attash y Mustafa al Hawsawi. A cambio de declararse culpables de conspiración, se prevé que reciban cadena perpetua en lugar de la pena de muerte. Se encuentran detenidos desde 2003 y el juicio tendrá lugar en la base de Guantánamo. Dos acusados no participaron en el acuerdo.
El acuerdo con los responsables
El Departamento de Defensa de Estados Unidos informó que ha alcanzado un acuerdo de culpabilidad con los acusados de planificar y ejecutar los ataques del 11-S. Khalid Shaikh Mohammad, considerado el 'cerebro' de los atentados, junto a sus cómplices Walid Bin ‘Attash y Mustafa al Hawsawi, han accedido a declararse culpables de conspiración.
Las implicaciones del acuerdo
Como parte del acuerdo, se espera que los acusados reciban condena a cadena perpetua en lugar de enfrentar la pena de muerte. Aunque los términos exactos del acuerdo no han sido publicados, se ha establecido que el juicio se llevará a cabo en la base de Guantánamo, en Cuba, donde los tres hombres han estado detenidos desde 2006.
En contraste, dos de los cinco acusados, Ali Abdul Aziz Ali y Ramzi bin al Shibh, no participaron en el acuerdo. Se espera que el caso de Ramzi bin al Shibh, quien ha sido declarado incompetente para ser juzgado debido a una enfermedad mental, se lleve a cabo por separado, mientras que Ali Abdul Aziz Ali enfrentará el proceso en relación a su presunta participación en los atentados.
Antecedentes y contexto del 11-S
Los tres acusados que han alcanzado el acuerdo de culpabilidad han estado bajo la custodia de Estados Unidos desde 2003. Sin embargo, el proceso judicial se ha visto demorado durante una década debido a la necesidad de investigar si las pruebas en su contra habían sido contaminadas por las presuntas torturas sufridas mientras estaban en prisiones de la CIA. Estas investigaciones han generado controversia y han planteado desafíos significativos para el avance del caso.
La decisión de llegar a un acuerdo de culpabilidad, en lugar de continuar con un juicio que podría resultar en la imposición de la pena de muerte, marca un punto de inflexión en el largo proceso legal relacionado con los responsables de los atentados del 11 de septiembre. El hecho de que el Departamento de Defensa haya accedido a este acuerdo sugiere la voluntad de garantizar una resolución a este caso, evitando al mismo tiempo la incertidumbre y la prolongación indefinida del proceso judicial.
A pesar de los avances logrados con este acuerdo, persisten interrogantes sobre el manejo de casos tan complejos y delicados, especialmente en el contexto de la lucha contra el terrorismo internacional. El equilibrio entre la búsqueda de justicia, el respeto a los derechos humanos y la seguridad nacional continúa siendo motivo de debate y reflexión en el ámbito jurídico y político.
En este sentido, el desarrollo del juicio en la base de Guantánamo, así como la eventual sentencia que reciban los acusados, serán aspectos de gran interés y relevancia en el marco de la comunidad internacional. La resolución de este caso emblemático tendrá implicaciones que trascienden el ámbito nacional, proyectando efectos en la percepción de la justicia, la seguridad y la legitimidad de las acciones emprendidas por parte de los Estados en la lucha contra el terrorismo.
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