El Congreso destina $90 millones a gastos de seguridad en la investidura de Trump

La investidura presidencial de Trump costó 90 millones de dólares, financiados en parte por el Congreso, destinados a planificación y seguridad de la ceremonia.

Los multimillonarios y poderosos quieren estar más cerca del nuevo presidente y, por supuesto, de su administración. En la última investidura presidida por Donald Trump, los donantes tuvieron que hacer un esfuerzo económico significativo para acceder a eventos exclusivos, y la cifras no eran bajas. Las donaciones se dividieron en cinco niveles, que iban desde 50 mil a 1 millón de dólares, y quienes contribuían con al menos 1 millón, podían asistir a actos especiales, como la “cena a la luz de las velas” con Trump y el vicepresidente electo JD Vance.

Los altos costos de los eventos exclusivos

El acceso a estos eventos había experimentado un aumento considerable en comparación con anteriores ocasiones, ya que los donantes debían desembolsar el doble que antes. La única ventaja para los donantes de alto nivel radicaba en la posibilidad de reunirse brevemente con Trump y Vance en eventos privados, como cenas de gala, a fin de intentar conseguir favores o ejercer presión política.

El financiamiento de la investidura

El gasto estimado de la investidura del primer mandato de Donald Trump en 2017 ascendió a entre 175 y 200 millones de dólares, de los cuales aproximadamente 70 millones provinieron de donaciones privadas, mientras que el resto fue financiado por los contribuyentes. No obstante, estos gastos suelen ser considerados como una necesidad política e institucional, no solo para conmemorar el inicio de la legislatura, sino también para fortalecer vínculos con los principales grupos de interés económico y político.

La crítica a la asignación de fondos

La congresista demócrata por Texas, Jasmine Crockett, ha denunciado la sustracción de 90 millones de dólares del Congreso para la investidura de Trump, argumentando que estos fondos estaban destinados a un proyecto de ley que recortaría 190 millones de dólares para la investigación del cáncer pediátrico. A pesar de esta acusación, es importante resaltar que, aunque el proyecto de ley en cuestión, el American Relief Act, destinaba parte de los fondos a la investidura presidencial, los 90 millones no eran exclusivamente para la ceremonia, sino para gastos de seguridad y planificación de actos públicos relacionados con la presencia del presidente en Washington.

Las oportunidades de establecer conexiones

Por otro lado, diversos expertos resaltan que los actos exclusivos, cenas y almuerzos con el presidente y el vicepresidente se perciben como oportunidades para establecer importantes conexiones y obtener beneficios políticos y económicos en el futuro.

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