
Encuentran los cuerpos sin vida de dos niños arrastrados por inundaciones en Valencia
Hallan cuerpos de dos niños desaparecidos por inundaciones en Valencia. La tragedia dejó al menos 215 muertos, numerosos desaparecidos, y cuantiosos daños materiales.

El trágico hallazgo de los cuerpos de dos pequeños de tres y cinco años quienes lamentablemente desaparecieron durante la depresión aislada en niveles altos (DANA) que azotó la provincia de Valencia, conmociona a la sociedad.
Los inocentes niños, que se encontraban en su hogar en compañía de su padre, fueron arrastrados por la intensa fuerza del agua provocado por el temporal que azotó la región. Su padre, en un acto heroico, logró aferrarse a un árbol, manteniéndose a flote durante cuatro horas hasta ser rescatado.
Hallazgo de los cuerpos
Los cuerpos de los niños fueron encontrados en distintas localidades, a varios kilómetros del lugar donde desaparecieron en el pueblo de Torrent. Estas inquietantes noticias llegaron casi dos semanas después de las devastadoras inundaciones que causaron estragos en la zona. La identificación plena de Rubén e Izan se llevó a cabo, y se comunicó a la familia, aunque los cuerpos fueron localizados días antes.
El temporal que afectó Valencia el pasado 29 de octubre ha sido calificado como uno de los más severos del último siglo en España. Este desastre natural cobró la vida de al menos 215 personas y dejó a numerosas más desaparecidas. Además de la pérdida de vidas, los daños materiales hasta la fecha son incalculables en infraestructuras, agricultura, industria y propiedades privadas.
Afectaciones a otras regiones
El impacto del temporal no se limitó a la provincia de Valencia, ya que también se sintió en la región de Castilla-La Mancha, donde se registraron siete fallecimientos, y en Andalucía, con una víctima fatal reportada. Asimismo, los daños materiales fueron considerables en estas regiones afectadas por el mismo fenómeno natural.
Quince días después de la tragedia, los pueblos valencianos afectados por las inundaciones luchan por recuperarse. Las calles aún están cubiertas de barro, y montones de objetos destrozados dificultan la vida cotidiana de sus habitantes. A esta situación se agrega una nueva alerta por fuertes lluvias en la región, sumando un nuevo desafío a la ya dañada comunidad.
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