Huelga indefinida en Samsung Electronics

El sindicato de trabajadores de Samsung Electronics en Corea del Sur ha decidido extender la huelga general indefinida, la cual fue iniciada el 8 de julio. Inicialmente se anunció que la paralización tendría una duración de tres días, pero la "disposición de conversar" de la compañía no fue la esperada por el personal, lo que ha llevado a miles de colaboradores a mantenerse firmes en sus demandas.

El Sindicato Nacional de Samsung Electronics (NSEU) ha planteado como demandas principales un aumento salarial, un día adicional de vacaciones al año y la igualdad de condiciones en el cálculo de bonos para trabajadores de base y ejecutivos. El anuncio del incremento, aplicable a 2025, debe realizarse el 5 de agosto, sin embargo, en medio de esta situación, parece complicado que se logre un acuerdo para esa fecha.

Importancia de Samsung

Samsung Electronics es el mayor fabricante de chips a nivel mundial y ha obtenido una alta participación en el mercado de chips de alta gama debido a su carrera en el desarrollo de Inteligencia Artificial.

La protesta se está llevando a cabo frente a una de las fábricas clave de la empresa en la ciudad de Hwaseong, al sur del área metropolitana de Seúl, y según el sindicato, puede interrumpir la producción de chips de memoria.

Respuesta de Samsung Electronics

Ante la huelga, Samsung Electronics ha restado importancia a la situación y ha comunicado que "se asegurará de que no se produzcan interrupciones en las líneas de producción". Asimismo, ha manifestado su compromiso para llevar a cabo negociaciones de buena fe, a pesar de que se conoce que la compañía había frenado abiertamente la formación de un sindicato durante 50 años.

El Sindicato Nacional de Samsung Electronics, formado en 2019, no ha declarado cuántos trabajadores participarán en el paro extendido. En la huelga original de tres días participaron 6,540 agremiados, mientras que según Asia News, en la huelga extendida se han implicado 30,000 de los 125,000 empleados de la compañía. Además, en la primera protesta, los sindicalizados habían "tomado masivamente sus vacaciones anuales" tras el fracaso de los intentos de mediación para evitar las protestas.