Inmigrantes finlandeses en Minnesota revitalizan la tradición del sauna en invierno

El sauna y los baños fríos son una tradición en Minnesota, que mezclan calor, comunidad y bienestar, ganando popularidad en la actualidad.

En el gélido invierno de 2024, la región de Minnesota ha experimentado temperaturas extremas, alcanzando profundidades por debajo de -8 grados Celsius.

Innovador método contra el frío

Ed Kranz y su esposa, Colleen, han encontrado su propio secreto para sobrellevar el crudo invierno: introducirse en una sauna caliente antes de aventurarse al frío exterior. En el suburbio de Eagan, cerca de Minneapolis, un sauna móvil se ha convertido en el refugio de muchos ciudadanos. En un ritual que combina calor y frío, los participantes se sumergen en el sauna a 85 grados Celsius durante diez minutos, para luego, ataviados solo con traje de baño, enfrentarse a temperaturas de -9.5 grados Celsius. La experiencia se complementa con momentos de convivencia alrededor de una fogata y, para los más atrevidos, un chapuzón en un agujero del lago congelado. Esta práctica, que mezcla la tradición con un enfoque moderno, ha ganado adeptos en Minnesota, donde la cultura del sauna se ha arraigado como una forma de fortalecer la comunidad y combatir el aislamiento social.

Un estilo de vida entrañable

La influencia de la cultura del sauna va más allá de la simple experiencia física. Para muchos, esta práctica representa una conexión con sus raíces y una forma de fortalecer los lazos comunitarios. Glenn Auerbach, un apasionado defensor de la sauna y fundador de Sauna Times, destaca cómo esta actividad ha evolucionado en el tiempo, amalgamando tradiciones del pasado con la tecnología y las redes sociales del presente. Auerbach, quien lanzó el sitio web en 2008 para compartir su amor por el sauna, enfatiza la importancia de cultivar 'buenas vibras de sauna' y reflexionar sobre sus beneficios para la salud.

El renacer de la tradición

La popularidad del sauna ha experimentado un resurgimiento notable en los últimos años, un fenómeno que ha sido atribuido en parte a la pandemia de COVID-19. La búsqueda de maneras alternativas de socializar y relajarse ha llevado a un aumento en la construcción y adquisición de saunas familiares, con precios que oscilan entre 30 mil y 40 mil dólares. Este renacer de la tradición ancestral ha transformado la percepción del sauna de un simple espacio de relajación a un símbolo de bienestar y comunidad.

Para muchos, el sauna trasciende el ámbito físico y se convierte en un espacio donde se fraguan relaciones interpersonales. Justin Juntunen, fundador de Cedar and Stone Nordic Sauna y descendiente de inmigrantes finlandeses, subraya la importancia de esta sala llena de vapor en la vida social y cultural. La tradición de compartir historias, experiencias y vivencias en el sauna ha perdurado a lo largo de generaciones, convirtiéndolo en un espacio de encuentro y conexión comunitaria.

La historia del sauna se entrelaza con la llegada de inmigrantes finlandeses a Estados Unidos, quienes encontraron en esta práctica una forma de mantener vivas sus tradiciones y valores comunitarios. Juntunen recuerda cómo, en su familia, el sauna ha sido testigo de nacimientos, conversaciones y despedidas, reflejando la esencia de una cultura que valora la igualdad y la convivencia.

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