Joven italiana arrestada por enterrar a sus dos hijos recién nacidos en el jardín de casa

Una joven madre de 22 años, oriunda de un rojo pueblo de Parma, Italia, ha sacudido a la nación tras el descubrimiento de dos cadáveres de recién nacidos sepultados en su jardín. El oscuro hecho ha cobrado tal magnitud que la joven ha sido puesta bajo arresto domiciliario después de que la investigación destapara impactantes revelaciones.

Joven arrestada por matar y enterrar a sus bebés

El escalofriante episodio salió a la luz cuando las autoridades policiales italianas realizaron el macabroso hallazgo de un bebé enterrado en el jardín de una residencia situada en Vignale di Traversetolo, una localidad en la provincia de Parma. Este descubrimiento se produjo semanas después de que se encontrara otro pequeño cuerpo en el mismo lugar, manteniendo en reserva el segundo hallazgo con el fin de continuar con las indagaciones.

El arresto domiciliario de la joven madre

La fiscalía, tras recabar pruebas que apuntan a la implicación directa de la joven madre en este abominable suceso, solicitó el arresto domiciliario. En consecuencia, un juez de Parma dictó esta medida, acusando a la joven de homicidio voluntario del primer hijo, nacido en mayo de 2023, y de ocultamiento de cadáver, a la espera de los resultados de los análisis realizados al segundo cuerpo encontrado en el jardín. En cumplimiento de esta disposición judicial, la joven será trasladada a un lugar seguro donde cumplirá con el arresto domiciliario, dado que su hogar se encuentra bajo investigación.

La joven, quien se dedicaba a estudiar Derecho y trabajaba como niñera para distintas familias en la zona, aparentemente era bien vista por los habitantes del pueblo, los cuales ignoran cuándo la joven estuvo embarazada, al igual que su propio pareja. Sin embargo, el fiscal del caso, Alfonso d’Avino, precisó que durante el transcurso del embarazo se evidencian indicios de una decisión anticipada de la joven de que el niño no sobreviviría al parto, tal como el consumo Según los detalles proporcionados por la Fiscalía, el segundo hijo nació en absoluto aislamiento, durante la noche del 6 al 7 de agosto, en el sótano de la casa, conforme se evidenció al encontrarse tijeras en la cocina, las cuales fueron utilizadas para cortar el cordón umbilical. Posteriormente, el pequeño fue sepultado en el jardín.

La fiscalía subrayó el inquebrantable silencio que la joven mantuvo respecto a su embarazo, sin revelarlo ni a sus padres, pareja o amigos cercanos. A esto se suma la ausencia de cualquier reconocimiento o prueba médica a lo largo de todo el período de gestación. También se encontró que el segundo recién nacido, desgraciadamente, falleció desangrado tras la intervención de la joven en el parto.

Inmediatamente después de dar a luz, la madre empezó a organizar sus actividades, que incluían una visita a la esteticista, recorridos por bares y locales hasta alrededor de las dos de la madrugada, para luego retornar a su hogar e inmediatamente partir hacia Estados Unidos de vacaciones. Este comportamiento posterior al parto es otro de los elementos que nutren la penumbra de este abominable suceso.