Movilización en Honduras pide renuncia de presidenta Xiomara Castro

Más de un millar de personas se congregaron este viernes en una movilización con antorchas en Tegucigalpa, la capital hondureña, para exigir la renuncia de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro. La convocatoria a la marcha pacífica se dio a conocer el día anterior a través de redes sociales y medios de comunicación, y la participación superó todas las expectativas.

Exigencias de la marcha

Durante la movilización, los asistentes exigieron la renuncia de Xiomara Castro y de su familia, enfundados con camisetas blancas, azules y de la selección nacional. Las consignas como "Fuera el familión", "Aquí no es Venezuela", "Libre nunca más" y "Si a la extradición" resonaron en el aire, mientras portaban una pancarta grande con la imagen de Castro y el mensaje "Renuncia ya". La dinámica pacífica de la protesta fue acompañada por la permanecía de elementos de la Policía Nacional a lo largo del recorrido.

Las demandas de los manifestantes se fundamentan en la reciente divulgación de un video relacionado con el narcotráfico que involucra al Gobierno de Castro, y la solicitud de restitución del tratado de extradición con Estados Unidos. Esta situación ha generado un clima de descontento en amplios sectores de la población, quienes consideran que la continuidad de Castro en el poder afecta la estabilidad y la seguridad del país.

Colusión con el narcotráfico

El video divulgado revela la participación de narcotraficantes hondureños negociando sobornos con Carlos Zelaya, cuñado de Castro y hermano del expresidente Manuel Zelaya, derrocado en junio de 2009. Esta situación ha generado un clima de descontento en amplios sectores de la población, quienes consideran que la continuidad de Castro en el poder afecta la estabilidad y la seguridad del país.

Ante estos acontecimientos, la presidenta hondureña condenó el "error deplorable" de su cuñado Carlos Zelaya por reunirse en 2013 con narcotraficantes para negociar sobornos para la campaña del Partido Libre. A pesar de su condena, Castro afirmó que se está gestando un golpe de Estado en su contra, señalando que su gobierno es objeto de conspiraciones políticas.