
Mujer condenada a 12 años por esclavizar a yazidíes bajo el ISIS
Lina Ishaq, una mujer sueca de 52 años, ha sido condenada a 12 años de prisión por esclavizar a mujeres y niños yazidíes en Raqqa durante su pertenencia al Estado Islámico.

La Justicia de Suecia ha condenado a una mujer de 52 años, identificada como Lina Ishaq, por genocidio y crímenes contra la humanidad, imponiéndole una pena de 12 años de prisión. Los delitos fueron cometidos entre 2014 y 2016 en Raqqa, Siria, donde formaba parte del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Sueca condenada por genocidio y crímenes de guerra
Lina Ishaq fue hallada culpable de mantener cautivos a seis niños y tres mujeres pertenecientes a la minoría yazidí en “condiciones de esclavitud” en su vivienda. Este veredicto, dado a conocer por el diario sueco ‘Aftonbladet’, marca la primera vez que la Justicia sueca juzga los crímenes cometidos por miembros del Estado Islámico contra la minoría yazidí.
Tribunal y encarcelamiento previo
La corte estableció que Ishaq mantuvo a estas nueve personas cautivas durante casi cinco meses, impidiéndoles la libertad de movimiento y la práctica de su religión. Este sistema de esclavitud impuesto por el EI fue señalado como un elemento crucial para la comisión de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra flagrantes contra la población yazidí.
Previamente, Ishaq ya había sido encarcelada por llevarse a su hijo de 12 años a Siria y permitir que se uniera a las filas del grupo terrorista.
Involucramiento de ciudadanos suecos en el EI
Asimismo, la Justicia sueca ha estimado que cerca de 300 ciudadanos suecos, de los cuales un cuarto son mujeres, se sumaron a las filas del EI en Siria e Irak, principalmente en 2013 y 2014, de acuerdo a datos del servicio de Inteligencia sueco (Säpo).
El caso de Lina Ishaq no solo representa un precedente en la justicia sueca, sino que también destaca el compromiso internacional en el enjuiciamiento de los crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad cometidos por miembros de grupos terroristas.
La condena de Ishaq demuestra la aplicación de penas severas para aquellos implicados en actos de genocidio y crímenes contra la humanidad, sentando un precedente en la lucha contra la impunidad de los delitos cometidos por grupos terroristas.
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