Durante este invierno, el hielo marino en los alrededores de la Antártida ha alcanzado niveles históricamente bajos, según informó el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de Estados Unidos (NSIDC). Esto ha generado preocupación entre los científicos debido a que podría ser una consecuencia del cambio climático en el Polo Sur.
Los expertos señalan que esta disminución del hielo marino podría tener consecuencias graves para la fauna antártica, como los pingüinos, que se reproducen y crían a sus crías en estas áreas cubiertas de hielo. Además, esta situación contribuiría al calentamiento global al reducir la cantidad de luz solar reflejada hacia el espacio.
Según el NSIDC, la extensión del hielo marino alcanzó su punto máximo este año el 10 de septiembre, cubriendo 16.96 millones de kilómetros cuadrados, la menor cantidad registrada desde 1979. Esto representa aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados menos que el récord anterior establecido en 1986. Sin embargo, los datos son preliminares y se espera un análisis completo el próximo mes.
Es importante destacar que, aunque el cambio climático ha contribuido al deshielo de los glaciares en la Antártida, aún no se sabe con certeza cómo las temperaturas más altas están afectando el hielo marino en el Polo Sur. Las mediciones entre 2007 y 2016 mostraron un aumento en la extensión del hielo marino en esa región.
Aunque es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas, los científicos están cada vez más preocupados de que el cambio climático esté teniendo un impacto significativo en el hielo marino antártico. Diversos estudios han señalado el calentamiento de las temperaturas oceánicas, impulsado por las emisiones de gases de efecto invernadero, como un posible factor en la disminución del hielo marino observada en los últimos años.
Para proteger estas áreas congeladas y preservar su importancia para el ecosistema, los expertos enfatizan la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
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