
Primer ministro eslovaco Robert Fico herido en tiroteo
Atentado al primer ministro eslovaco, Robert Fico, cambió su política exterior hacia Rusia, influyendo en el país y la OTAN.

El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, fue víctima de un atentado el día miércoles 15 de mayo. Fico, de 59 años, asumió su cuarto mandato en octubre, introduciendo cambios significativos tanto en la política exterior de Eslovaquia como en asuntos internos. Este suceso ha tenido un gran impacto en la escena política del país, generando preocupación entre la población y la comunidad internacional.
Durante su trayectoria de tres décadas, Robert Fico se ha caracterizado por su habilidad para adaptar su postura política a la opinión pública y a la realidad política, transitando entre posiciones pro-europeas y nacionalistas. En los últimos cuatro años, su gobierno ha adoptado una postura crítica hacia sus aliados occidentales, expresando su oposición al apoyo militar a Ucrania, las sanciones a Rusia y cualquier futura invitación a Ucrania para ingresar en la OTAN. Esta posición ha suscitado preocupación y división en la sociedad eslovaca.
Reformas internas y desafíos
Además de sus cambios en política exterior, Fico ha impulsado reformas al derecho penal y a los medios de comunicación, lo que ha generado inquietudes sobre un posible debilitamiento del Estado de derecho en el país. A pesar de esto, Fico ha mantenido su compromiso de proteger el nivel de vida de aquellos que se han quedado rezagados en la sociedad eslovaca, en un país donde las condiciones de vida se equiparan lentamente a las de Europa occidental.
La fortuna política de Fico sufrió un revés en 2018 cuando un periodista que investigaba casos de corrupción fue asesinado, lo que desencadenó protestas masivas en su contra y lo llevó a renunciar. En las elecciones de 2020, su partido perdió el poder frente a partidos que prometían acabar con la corrupción, lo que marcó un punto de inflexión en su carrera política.
En 2022, Fico enfrentó acusaciones de conspiración criminal por presuntamente utilizar información policial y fiscal sobre sus enemigos políticos. A pesar de negar dichos cargos, el impacto político de estas acusaciones fue significativo. Posteriormente, los cargos fueron retirados, lo que generó un nuevo debate sobre su posición en la política eslovaca.
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