Sacerdote católico condenado a 8 años de prisión por abuso sexual en Bolivia

Un tribunal de Bolivia ha sentenciado a ocho años de prisión a un sacerdote católico por abusar sexualmente de una joven de 28 años. La sentencia fue impuesta por el Juzgado de Anticorrupción y Violencia contra la Mujer de la ciudad sureña de Tarija, donde el sacerdote Jorge LMV, conocido como 'Padre Coco', cumplirá su condena en la cárcel de Morros Blancos.

El sacerdote Jorge LMV, de 51 años, fue hallado culpable del delito de abuso sexual cometido contra JRG, una joven de 28 años nacida en la región central de Cochabamba. El caso fue investigado por la fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, quien llevó a cabo las diligencias correspondientes al recibir la denuncia, incluyendo un informe psicológico, declaraciones testificales, pruebas de carga y descargo. Tras presentar la imputación, se instaló el juicio donde se presentaron las pruebas escuchadas por la autoridad jurisdiccional que dictó la condena contra el sacerdote.

Detalles del incidente

El abuso ocurrió durante un 'Congreso de la Familia' en Tarija, al que asistió la víctima con una amiga. Tras el evento, la joven acudió a la oficina del sacerdote para conversar sobre la actividad, momento en el que la amiga decidió retirarse. Fue en ese instante cuando el sacerdote abusó sexualmente de la joven. La víctima denunció el suceso el año pasado, coincidiendo con publicaciones en redes sociales en contra de sacerdotes denunciados por actos sexuales. El sacerdote fue aprehendido en Tarija tras la denuncia.

Las denuncias por pederastia en Bolivia han cobrado relevancia, especialmente después de una investigación del medio El País de España en 2023, que reveló presuntos abusos cometidos por el sacerdote español Alfonso Pedrajas a decenas de niños durante su periodo al frente de un colegio en el país desde 1971. Este caso ha provocado que salgan a la luz otras acusaciones contra sacerdotes, algunos ya fallecidos, por abusos sexuales a menores y mujeres.

Estos incidentes han generado un impacto significativo en la comunidad religiosa y la sociedad en general, llamando la atención sobre la importancia de abordar estos casos de manera justa y transparente, priorizando la protección de las víctimas.