
Operación de deportación en EE.UU.: Trump arresta y expulsa a 538 inmigrantes ilegales
Estados Unidos llevó a cabo una operación de deportación masiva, arrestando a 538 inmigrantes ilegales y expulsando a cientos, marcada como la mayor en su historia.

Las autoridades de Estados Unidos han confirmado el arresto de 538 inmigrantes en situación irregular durante una operación de deportación, a la que han calificado como "la más grande de la historia". Este hecho tuvo lugar poco tiempo después de la asunción de Donald Trump al segundo mandato como presidente, quien había prometido abordar de manera contundente la inmigración irregular durante su campaña electoral. La Casa Blanca también reportó la expulsión de "cientos" de estos migrantes en esta operación masiva.
Las acciones de la Administración Trump
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, delineó los alcances de la operación, revelando que los arrestos estaban dirigidos hacia "inmigrantes ilegales criminales" y que muchos de ellos fueron deportados utilizando aviones militares. Este anuncio se realizó a menos de una semana de la asunción de Trump, quien había declarado el estado de emergencia nacional en la frontera con México y firmado una serie de decretos migratorios en un intento de fortalecer el control fronterizo.
La campaña contra la inmigración irregular
Durante su campaña electoral, Trump adoptó un lenguaje polarizador y despectivo hacia los migrantes, presentándolos como una amenaza para la seguridad del país. Prometió llevar a cabo la mayor campaña de deportación en la historia de Estados Unidos, país que alberga a aproximadamente 11 millones de personas en situación irregular. Las declaraciones de la vocera del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, subrayaron la importancia de recordar que "el derecho a buscar asilo es un derecho humano universalmente reconocido", a pesar de las medidas drásticas anunciadas por la nueva administración.
Adicionalmente, la retórica utilizada por Trump para referirse a los migrantes ha generado preocupación a nivel internacional, siendo catalogada como una forma de deshumanización y estigmatización hacia una población vulnerable.
Acciones específicas en el ámbito migratorio
Entre las decisiones más controvertidas tomadas por Trump se encuentra el restablecimiento del programa "Quédate en México", el cual obliga a los solicitantes de asilo a esperar del lado mexicano de la frontera mientras se tramita su solicitud. Esta medida ha sido objeto de críticas por vulnerar los derechos de los migrantes, así como por dificultar su acceso a un proceso justo y equitativo en la búsqueda de protección internacional.
Asimismo, el presidente puso fin a un programa que bajo la administración de Joe Biden buscaba ofrecer vías legales para la solicitud de asilo a personas que habían sido víctimas de violencia y persecución política, afectando así a un número significativo de individuos que se encontraban en situaciones de riesgo en sus países de origen, en especial en América Central y Sudamérica.
Restricciones al derecho de ciudadanía
Entre los decretos firmados por Trump, se incluye una orden ejecutiva que busca limitar el derecho de ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos, un principio consagrado en la 14ª Enmienda de la Constitución. Sin embargo, esta medida fue suspendida temporalmente por un juez federal de Seattle, evidenciando la tensión entre las acciones de la administración y los principios constitucionales que garantizan derechos fundamentales.
Legislación y encarcelamiento de extranjeros en situación irregular
En el ámbito legislativo, el Congreso, bajo el control de los republicanos, aprobó una ley que amplía el encarcelamiento preventivo de extranjeros en situación irregular sospechosos de cometer delitos. Esta medida ha generado controversia y ha sido considerada como un intento de criminalizar aún más a la población migrante, a pesar de que la mayoría de estos individuos son trabajadores y contribuyentes a la economía estadounidense.
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