
Cardenal Arizmendi denuncia aumento del crimen organizado y violencia
El cardenal Felipe Arizmendi denuncia el descontrol del crimen organizado en Chiapas, manifestando su impacto en la seguridad y la vida diaria.

El Cardenal Felipe Arizmendi, exobispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, ha señalado que la violencia y el crimen organizado están fuera de control no solo en dicha entidad, sino en todo el país. En una entrevista con Joaquín López-Dóriga, en Fórmula Noticias, el Cardenal enfatizó que las organizaciones criminales han extendido su dominio, centrándose más en la extorsión que en el tráfico de drogas.
Un Delito en Expansión
El Cardenal Arizmendi manifestó su preocupación por la extorsión, que se ha convertido en el principal negocio para las bandas del crimen organizado. Aseguró que estas organizaciones ahora exigen "derecho de piso" en todo tipo de negocios, desde tortillerías hasta en la venta de cigarros, lo que demuestra la amplitud y el control que han logrado ejercer sobre la economía local. Además, acusó que los cárteles han tomado el control de la organización de eventos, decidiendo incluso los grupos musicales en las fiestas patronales y monopolizando la venta de alcohol
El Cardenal también hizo hincapié en la ineficacia de las autoridades para combatir a los grupos criminales. Señaló que, a pesar de los esfuerzos realizados, no se ha encontrado una solución efectiva para
controlling the situation. Criticó que se pida a la gente denunciar, cuando el temor a represalias disuade a muchos de hacerlo, y abogó por la implementación de métodos más eficaces para abordar la situación. Lamentó que la población más vulnerable esté expuesta y en situación de abandono, instando a las autoridades a tomar medidas más concretas para proteger a los ciudadanos en riesgo.
Percepción de Inseguridad Creciente
La violencia desatada por el crimen organizado en Chiapas ha impactado significativamente la percepción de seguridad en la población. Según la Encuesta Nacional trimestral sobre Seguridad Pública Urbana del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las ciudades de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez se encuentran entre las cinco con mayor percepción de inseguridad, dejando atrás a Fresnillo, en Zacatecas. La encuesta reveló que el 91.9 por ciento de los habitantes de Tapachula considera peligroso vivir en la ciudad, seguido por Naucalpan, en el Estado de México con un 88 por ciento, y Fresnillo, con un 87.9 por ciento.
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