
CJNG recluta a exmilitares colombianos con ofertas de trabajo falsas
El CJNG está reclutando exmilitares colombianos mediante falsas ofertas laborales para incluirlos en sus actividades criminales en México.

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), conocido por su involucramiento en diversas actividades criminales en México, ha sido señalado por un nuevo y alarmante modus operandi: el reclutamiento forzado de exmilitares colombianos a través de engañosas ofertas laborales. Este fenómeno no solo representa una violación flagrante de los derechos humanos, sino que también evidencia la expansión internacional de esta organización delictiva.
La tácticas de reclutamiento del CJNG han adquirido una dimensión internacional mediante la difusión de ofertas de empleo fraudulentas para posiciones de seguridad, atrayendo a exmilitares colombianos hacia México. Estas ofertas, que prometen salarios atractivos y beneficios, son publicitadas a través de redes sociales y plataformas digitales, creando la ilusión de una oportunidad laboral legítima.
Un grupo de cinco exmilitares colombianos relató a medios de comunicación sobre su experiencia al ser reclutados por el CJNG a través de estas ofertas laborales. Atraídos por la promesa de trabajar como escoltas o guardias de seguridad privada, se trasladaron a México, solo para descubrir que habían caído en la trampa del grupo criminal.
Según sus testimonios, el CJNG utiliza empresas fantasmas como fachada para llevar a cabo estos planes de reclutamiento. Las ofertas de empleo, publicitadas bajo el auspicio de supuestas compañías, prometen salarios astronomicos, elevando las promesas económicas a cifras como 46 mil pesos mexicanos al mes, equivalente a 10 millones de pesos colombianos. Este atractivo económico representa un incentivo considerable para aquellas personas en búsqueda de mejores oportunidades laborales en el exterior, lo que confiere cierta plausibilidad a la estrategia del CJNG.
Otro elemento llamativo en esta táctica de reclutamiento es la cobertura total de los gastos de viaje a México, lo que se presenta como un incentivo adicional para las potenciales víctimas. Las falsas compañías, en apariencia, cubren los costos de viaje, lo que refuerza la percepción de legitimidad de esta oferta laboral. Sin embargo, resulta evidente que esta es una táctica del CJNG para atraer a sus objetivos.
Un proceso engañoso y coercitivo
Una vez que las víctimas llegan a México, la farsa se revela de manera descarnada. El relato de estos exmilitares colombianos señala que tras desembarcar en el país, fueron trasladados a un rancho en Tuxpan, Jalisco, donde el panorama cambió drásticamente. En lugar de encontrar un ambiente laboral convencional, se vieron sumidos en un capítulo oscuro de coacción y amenazas. A pesar de la resistencia inicial, se vieron obligados a aceptar su vinculación con el CJNG, enfrentándose a la constante presión represiva de sus captores.
La entrega de armas y equipo táctico marcó un escalón escalofriante en este proceso de engaño. Los exmilitares colombianos se encontraron de manera abrupta en medio de un contexto totalmente ajeno a sus expectativas iniciales, sumergiéndose en actividades delictivas para las cuales jamás habían sido formados ni reclutados.
La amenaza y la coacción no solo se limitaron a la imposición de funciones delictivas. Uno de los testimonios reveló prácticas degradantes y coercitivas, como la obligación de mantener relaciones sexuales con trabajadoras sexuales. Este relato pone de manifiesto el carácter violento y coercitivo del entorno en el que estos exmilitares colombianos se vieron inmersos, reforzando la perspectiva de que el reclutamiento forzado del CJNG no solo implica la coacción para llevar a cabo actividades delictivas, sino que también se adentra en el ámbito de la explotación y la degradación humana.
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