Dos adolescentes en Corea del Norte han sido condenados a 12 años de trabajos forzados por consumir K-pop, en un claro ejemplo de la represión del régimen norcoreano hacia la cultura surcoreana. Las imágenes difundidas por el Instituto para el Desarrollo del Sur y del Norte (SAND) muestran el juicio público en el que los jóvenes fueron sentenciados en Pyongyang por ver películas y videos musicales surcoreanos. Este castigo refleja la preocupación creciente de las autoridades norcoreanas ante la influencia de la cultura surcoreana en el país, que llevó a la promulgación de una ley en 2020 que castiga con la muerte a quienes consuman o distribuyan entretenimiento surcoreano. La condena ha generado condena a nivel internacional, siendo calificada como "una violación atroz de los derechos humanos" por un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos. Esta medida extrema evidencia la disposición del régimen norcoreano a utilizar la fuerza para reprimir cualquier forma de disidencia o desafío a su control. El K-pop, que ha ganado popularidad a nivel global, es considerado por las autoridades norcoreanas como una amenaza a la ideología del régimen, al promover valores occidentales y cuestionar la legitimidad del gobierno. Este hecho pone de manifiesto la severidad de la represión en Corea del Norte en cuanto a la influencia cultural surcoreana.
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