El arroz con leche es un postre clásico y reconfortante apreciado en muchas culturas alrededor del mundo. Aquí te presentamos una serie de consejos para lograr la consistencia perfecta y hacer de tu arroz con leche una verdadera obra maestra culinaria. Para un arroz con leche esponjoso, se recomienda usar arroz de grano corto como el arborio o el arroz redondo, con una proporción de líquido (agua y leche) de aproximadamente 4 veces más que el arroz. Se sugiere usar leche entera o incluso parte de crema para obtener una textura más rica. Respecto a los endulzantes, se puede experimentar con azúcar moreno, miel o endulzantes alternativos, y añadir sabores con canela, cáscara de limón, vainilla, cardamomo o agua de rosas. Para lograr la consistencia perfecta, se recomienda lavar el arroz para eliminar el exceso de almidón, precocerlo en agua por unos minutos y cocinarlo a fuego lento, revolviendo constantemente y retirándolo del fuego cuando esté tierno pero ligeramente al dente. Algunos trucos incluyen el uso de cáscara de limón o naranja durante la cocción, la incorporación de yemas de huevo batidas al final de la cocción para obtener un arroz con leche extra esponjoso, y dejar reposar el postre fuera de la estufa una vez cocido. En caso de que el arroz con leche quede demasiado aguado, se recomienda cocinar por más tiempo o añadir más arroz y si queda demasiado espeso, agregar más leche. ¡A disfrutar!
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