Durante la temporada decembrina, la pirotecnia se vuelve una tradición colorida pero con riesgos para la salud auditiva. Los fuegos artificiales emiten sonidos que superan los niveles seguros, pudiendo causar daños irreversibles en el oído. La exposición a explosiones cercanas puede provocar desde hipoacusia temporal hasta sordera permanente. La Organización Mundial de la Salud advierte sobre los efectos dañinos en el oído por la exposición regular a ruidos fuertes. Es crucial estar atento a los signos de pérdida de audición por traumatismo acústico, como zumbidos persistentes en los oídos y dificultad para escuchar sonidos agudos. Ante cualquier anomalía en la audición, es fundamental buscar la opinión de especialistas para obtener el mejor tratamiento. A pesar de la prohibición de la venta y quema de cuetes en algunas ciudades, durante la Nochebuena se reportaron detonaciones intensas y prolongadas. En estas fechas, es importante disfrutar de manera responsable y considerar los riesgos asociados con el uso excesivo de fuegos artificiales y música a alto volumen.
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