Cinco días después del impacto del huracán "Otis" en Acapulco, Guerrero, se observó un grupo de personas ofreciendo ayuda a los damnificados. La falta de atención del Gobierno Federal ha generado preocupación entre los afectados, que han tenido que buscar apoyo de particulares y organizaciones civiles. La situación de emergencia alimentaria, agravada por la presencia del crimen organizado entregando despensas en las zonas afectadas por el huracán, evidencia la vulnerabilidad en la región. Acapulco, reconocido por su industria turística, convive con altos índices de pobreza y violencia, siendo un terreno propicio para diversas actividades delictivas. El huracán "Otis" dejó graves daños materiales y ha generado saqueos en la zona, mientras la población vulnerable se enfrenta a condiciones de precariedad. Los expertos alertan sobre el reclutamiento, la extorsión y la migración forzada por parte del crimen organizado, ante la ausencia de apoyo gubernamental. La falta de respuesta a estas problemáticas podría agravar la situación y exponer a la población a situaciones peligrosas. Los afectados, a pesar de la solidaridad de algunos vecinos y organizaciones, esperan el cumplimiento de las promesas de ayuda por parte del gobierno.
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