
El abandono del cementerio de San Antonio, una reliquia única en Coahuila

A unos meses de su bicentenario, el cementerio de San Antonio, ubicado en el pintoresco pueblo mágico de Parras, Coahuila, enfrenta un estado de deterioro que contrasta con su fascinante historia. Fundado en 1825 como resultado de la necesidad de un espacio para enterrar a las víctimas de epidemias como el sarampión, la tuberculosis, la peste y la lepra, este sitio se ha convertido en el lugar de descanso eterno de distinguidas personalidades que contribuyeron al desarrollo de la región. Además, alberga los restos de extranjeros provenientes de países como Líbano, Grecia, Italia, Estados Unidos e Inglaterra.
Una reliquia única en Coahuila
Considerado el cementerio más antiguo y único de su tipo en la región, el panteón de San Antonio es testigo de la rica historia de Coahuila. Aquí, los adinerados de la región construyeron mausoleos de hasta seis gavetas para sus seres queridos, convirtiendo el lugar en un testamento arquitectónico de la época. Sin embargo, en la actualidad, este importante sitio histórico se encuentra sumido en un estado deplorable, con tumbas profanadas y destruidas, y lleno de maleza que opaca su esplendor original.
La sorprendente revelación de una momia
Recientemente, se hizo un descubrimiento asombroso en el cementerio: la tumba de un niño que llevaba más de 150 años enterrado. A pesar del paso del tiempo, su cuerpo se encuentra notablemente momificado, dejando perplejos a los visitantes que llegan al panteón. Esta revelación ha desatado la perplejidad y asombro de la comunidad, que no solo se maravilla ante la momificación, sino también se entristece por el estado de abandono en que se encuentra el lugar.
Desinterés por parte de las autoridades
A pesar de la importancia histórica y cultural del cementerio de San Antonio, las autoridades competentes no han mostrado el interés necesario en protegerlo y preservarlo. Aunque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha estado a cargo del resguardo de este sitio durante años, las tumbas coloniales continúan sin recibir el cuidado que merecen. Además, se rumorea que por las noches, personas desconocidas ingresan al cementerio para robar los cuerpos momificados, un misterio que hasta el momento no ha sido resuelto.
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