
El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se expande rápidamente en Chiapas, desafiando a los cárteles rivales

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), dirigido por Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como "El Mencho", ha logrado expandir rápidamente su presencia en México, particularmente en diversas regiones de Chiapas, utilizando tácticas de violencia e intimidación. La rivalidad con el Cártel de Sinaloa ha desencadenado una serie de conflictos y actos violentos en la zona, lo que ha generado preocupación en las autoridades y la población local.
Influencia creciente en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador
Durante el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha observado un aumento en el número e influencia de los grupos criminales vinculados al CJNG y al Cártel de Sinaloa. Esto ha generado preocupación, ya que las estrategias implementadas por el gobierno, como el enfoque en "abrazos no balazos", parecen no haber contenido la expansión de estas organizaciones.
Acciones de la Guardia Nacional
La sustitución de la Policía Federal por la Guardia Nacional ha sido una de las medidas tomadas para hacer frente a la situación. Durante el año 2022, la Guardia Nacional llevó a cabo 2,800 arrestos en la región, lo que representa una cifra significativamente inferior a los 21,700 arrestos realizados en todo el año 2018. Este contraste revela un desafío creciente en el combate contra el crimen organizado en la zona.
Ampliación de actividades delictivas
Además del tráfico de fentanilo y metanfetamina hacia Estados Unidos, se ha observado que las organizaciones criminales han expandido sus redes de extorsión y han buscado nuevas formas de obtener ganancias. Según exalcaldes de Guerrero, los cárteles han amenazado a los presidentes municipales para que nombren a sus miembros en las oficinas de tesorería local, permitiéndoles controlar contratos de construcción, adquisiciones y otros servicios públicos.
Expansión del CJNG en Chiapas
El CJNG ha expandido su presencia en Chiapas a través de tácticas paramilitares, incluyendo el asesinato de Ramón Gilberto Rivera, jefe de plaza del Cártel de Sinaloa en 2021 en Tuxtla Gutiérrez. Estos actos de violencia han desencadenado enfrentamientos entre ambas organizaciones, con cortes de líneas eléctricas, levantamiento de barricadas y puestos de control improvisados en las ciudades controladas por los rivales.
Enfrentamientos y desplazamientos
Se han reportado enfrentamientos armados, como el ocurrido en Motozintla, donde un convoy del Cártel de Sinaloa celebró una supuesta victoria, seguido de un combate que dejó decenas de muertos. A raíz de estos conflictos, aproximadamente 700 personas huyeron de sus comunidades en enero. La lucha por el control de los poblados a lo largo de la frontera con Chiapas y Guatemala ha exacerbado la situación, generando un clima de temor y desplazamientos forzados entre la población.
Amenazas y violencia generalizada
El CJNG ha empleado tácticas extremadamente violentas, como la tortura y asesinato de un policía, así como la extorsión y amenazas dirigidas a la población civil. Estos actos han generado un clima de miedo y han obligado a numerosas personas a abandonar sus hogares y comunidades. La población se ha visto obligada a vivir bajo el yugo del miedo y la coerción impuestos por los cárteles.
¿Cuál ha sido la respuesta del gobierno?
El presidente de México ha reconocido la gravedad de la situación en Chiapas y ha ordenado el envío de más miembros de la Guardia Nacional a la zona para hacer frente a la creciente violencia y el avance de los cárteles.
La situación en Chiapas continúa siendo motivo de preocupación tanto a nivel nacional como internacional, ya que los cárteles siguen ejerciendo su influencia de manera violenta y desestabilizadora.
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