Encuentro en Chiapas: Comunidades indígenas resisten y buscan justicia ante la violencia creciente

En los últimos días, la violencia ha regresado con más fuerza en la región de Chiapas, dejando a cientos de indígenas y campesinos viviendo en constante preocupación. Guadalupe Vázquez Luna, de la comunidad Acteal, expresó la exigencia de búsqueda de justicia durante una reunión convocada por el Frayba.

35 años de resistencia y organización

El Frayba recordó los procesos organizativos que se remontan a 1974, cuando el obispo Samuel Ruiz García convocó al Congreso Indígena. Desde entonces, se han enfrentado a situaciones de despojo, asesinatos e injusticias, que dieron origen a diferentes movimientos, incluyendo el centro humanitario, que cumple 35 años de su fundación el 19 de marzo.

Desafíos actuales para comunidades indígenas

Según Dolores González Saravia, los desafíos actuales incluyen violencias nuevas, desplazados, desaparecidos, asesinatos, catástrofes ecológicas, desigualdad, y la economía criminal. Todo esto ha llevado a una lucha constante por la justicia y la defensa de los derechos humanos y colectivos.

Los asistentes destacaron acciones en marcha, como la construcción de gobiernos autónomos, centros humanitarios regionales, centros de mujeres, así como esfuerzos para el cuidado de la tierra y la construcción de una economía diferente.

Resistencia y transformación

Ante los desafíos, Dolores enfatizó la importancia de seguir transformando la sociedad, fortaleciendo la espiritualidad, el cuidado del territorio y la autonomía que fortalezca el sentido de comunidad y colectividad. En el "Encuentro de las esperanzas", se habló sobre la espiritualidad que une y fortalece a los pueblos ancestrales y se reafirmó el compromiso de resistir y transformar.

Un llamado a la lucha

En el pronunciamiento del Frayba, se hace un llamado a no desfallecer en la lucha contra la violencia e injusticia, fortaleciendo alianzas y apuestas por la vida en estos tiempos de desasosiego. La comunidad de Chiapas se enfrenta a un nuevo éxodo, donde la fe, la espiritualidad y la conciencia se convierten en armas poderosas para enfrentar los desafíos presentes.