
Cómo lavar y quitar espinas al pescado para una preparación segura y deliciosa
Cómo lavar y quitar espinas al pescado para garantizar su seguridad alimentaria y disfrutar de una deliciosa comida sin preocupaciones.

El pescado es uno de los alimentos más deliciosos y saludables que puedes disfrutar en tu dieta diaria. Sin embargo, su preparación requiere de cuidados especiales para asegurar su seguridad alimentaria y disfrutar de una comida sin preocupaciones. A continuación, te revelaré los pasos que debes seguir para lavar adecuadamente el pescado, quitarle las espinas y prepararlo de forma segura.
Pescado fresco
Al momento de comprar pescado, asegúrate de que esté fresco. Verifica que los ojos estén brillantes y claros, las agallas sean de un color rojo o rosado intenso, y la carne tenga un olor fresco a mar. Este paso es fundamental para garantizar la calidad del pescado que vas a preparar.
Refrigera o descongela adecuadamente
Una vez en casa, si no vas a cocinar el pescado el mismo día de la compra, refrigéralo de inmediato. En caso de estar congelado, evita la formación de bacterias descongelándolo en el frigorífico durante cuatro a cinco horas.
Quita las espinas con precisión
Para quitar las espinas del pescado de forma segura, necesitarás un cuchillo afilado y pinzas de cocina. Coloca el pescado sobre una tabla de cortar limpia y sujeta, realiza cortes a lo largo de los lados de la columna vertebral del pescado con el cuchillo para acceder a las espinas. Luego, con ayuda de las pinzas, agarra y tira de las espinas con suavidad, asegurándote de no dejar ninguna en la carne. Trabaja con precisión para mantener la integridad de la carne.
Lava el pescado meticulosamente
Una vez retiradas las espinas, procede a lavar el pescado para eliminar cualquier bacteria. Corta todas las aletas, retira las escamas del cuerpo, las branquias y las vísceras si es necesario. Enjuágalo bajo agua fría para eliminar cualquier residuo y bacterias, luego sécalo cuidadosamente con papel de cocina o un paño limpio.
Recuerda lavar tus manos y utensilios de cocina con agua caliente y jabón después de manipular pescado crudo para evitar la contaminación cruzada. Con estos sencillos pasos, podrás disfrutar de un pescado limpio, libre de espinas y seguro para su consumo.
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