Estigma sobre el aborto en México pone en riesgo la vida de mujeres

El estigma sobre el aborto continúa vigente en instituciones sanitarias en México, poniendo en riesgo la vida de las mujeres y personas gestantes. Esta situación exige abordar el aborto como un servicio médico fundamental, en lugar de considerarlo un delito sujeto a condiciones legales restrictivas. Este llamado a la acción surge en el marco del Día Internacional de la Mujer, a través del testimonio de personal de salud, quienes subrayan la urgencia de cambiar esta perspectiva.

El Estigma Persistente a pesar de la Despenalización

A pesar de que hace 18 años se despenalizó el aborto libre hasta las 12 semanas en Ciudad de México, y 21 estados más han seguido este ejemplo desde 2019, el estigma y la criminalización social persisten, generando temor entre el personal de salud. Según la ginecobstetra Karla Figueroa, muchas personas que trabajan en el sector prefieren no brindar este servicio o declararse objetores de conciencia, retrasando la atención a las pacientes en busca de alternativas privadas.

Además de este estigma, la falta de recursos y medicamentos provoca demoras significativas en la atención, con esperas que pueden extenderse por varios días. Esta situación empuja a las mujeres a buscar opciones privadas para garantizar su derecho al aborto seguro y legal. La desinformación también juega un papel importante, ya que muchas mujeres siguen viajando a Ciudad de México en busca de un procedimiento seguro, algo que no todas pueden conseguir.

Profesionales de la salud como María Eréndira Itami Sordo y Guadalupe Monserrat Cárdenas Cruz enfatizan la necesidad urgente de capacitación y sensibilización médica para eliminar los prejuicios que aumentan el riesgo de muertes maternas. Sostienen que ninguna mujer debería morir por no tener acceso a un aborto seguro, con infraestructura adecuada, medicamentos y personal capacitado.

Itami hace un llamado a tratar el aborto seguro como cualquier otro problema de salud, sin cuestionamientos ni barreras que puedan complicar la situación de las personas gestantes. Por su parte, Cárdenas aboga por abordar el aborto desde la formación universitaria como un servicio de salud pública, con una visión integral que incluya los aspectos legales y éticos.