
Hombre que vivió 70 años en un pulmón de acero fallece a los 78 años
Paul Alexander, quien vivió 70 años en un pulmón de acero debido a la poliomielitis, falleció el 11 de marzo.

El lunes 11 de marzo falleció Paul Alexander, un hombre que vivió más de siete décadas en un respirador de acero debido a la poliomielitis que contrajo a los seis años. Su legado se mantiene vivo a través del impacto que dejó en quienes lo rodeaban y en la lucha incansable que demostró a lo largo de su vida.
Muere hombre que vivió en un respirador de acero
La triste noticia fue confirmada por sus familiares y amigos, quienes expresaron su agradecimiento a todas las personas que apoyaron a través de donaciones de GoFundMe, una organización recaudadora de fondos. Philip Alexander, uno de sus hermanos, expresó su agradecimiento: "Estoy muy agradecido a todos los que hicieron donaciones para recaudar fondos para mi hermano. Le han permitido vivir sus últimos años sin estrés. Es absolutamente increíble leer todos los comentarios y saber que tanta gente se sintió inspirada por Paul. Estoy muy agradecido".
Una vida en el pulmón de acero
Paul Alexander, quien tenía 78 años al momento de su fallecimiento, contrajo poliomielitis en 1952, lo que lo dejó paralizado del cuello para abajo. Desde entonces, necesitó un "pulmón de acero" para poder respirar. Este dispositivo, una cámara de metal, se convirtió en su compañero inseparable durante más de siete décadas.
Reconocimiento mundial para Paul Alexander
En marzo de 2023, el Récord Guinness declaró a Alexander como el paciente con pulmón de acero que más tiempo había sobrevivido, un reconocimiento que refleja su extraordinaria fortaleza y voluntad de vivir. Su historia es un testimonio de resiliencia que inspira a muchos.
Una batalla final
En febrero de este año, Alexander contrajo Covid-19, lo que lo llevó a ser hospitalizado. A pesar de su larga lucha, su cuerpo finalmente sucumbió a las complicaciones de esta enfermedad.
El legado de la lucha contra la poliomielitis
La poliomielitis, causada por un virus, afecta principalmente a los nervios de la médula espinal o del tronco cerebral. Aunque la mayoría de las personas que padecen esta enfermedad no presenta síntomas, puede causar parálisis e incluso la muerte. La lucha de Paul Alexander es un recordatorio de la importancia de la prevención y la investigación médica en la erradicación de enfermedades como la polio.
A pesar del dolor de su partida, el legado de Paul Alexander perdurará en el recuerdo de quienes lo conocieron y en la inspiración que sigue generando en la lucha contra la poliomielitis. Que su valentía y determinación sigan siendo un faro de esperanza para todos aquellos que enfrentan desafíos similares en todo el mundo.
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