Israel elimina a Hasan Nasralá, máximo líder de Hezbolá
Israel afirma haber neutralizado a la cúpula militar de Hezbolá, incluyendo a su líder, y se prepara para una posible escalada en el conflicto.
El ejército israelí anunció este sábado haber desmantelado en su totalidad a la cúpula militar de la organización chií libanesa Hezbolá, un hecho que ha generado tensiones en la región. La acción incluye la muerte del líder Hasán Nasrala en un ataque aéreo masivo contra un edificio en el sur de Beirut. Este ataque ha sido calificado como un golpe sin precedentes por parte de las fuerzas armadas israelíes.
El ataque a Hezbolá y sus consecuencias
Según el portavoz castrense en árabe, Avichay Adraee, las fuerzas armadas de Israel dieron un golpe significativo a la dirección militar de Hezbolá, basándose en inteligencia que apuntaba a la presencia de altos mandos del grupo en un cuartel general subterráneo en la capital libanesa. El ataque, que tuvo lugar el pasado viernes, provocó una serie de explosiones y el derrumbe de varios edificios en los suburbios meridionales de Beirut, causando caos en la zona, según informaron diversos medios locales.
Las fuerzas israelíes estiman que el ataque ha causado un número indeterminado de víctimas entre la población civil, aunque el oficial militar se mostró reacio a proporcionar cifras concretas, haciendo hincapié en que la estrategia de Hezbolá ha sido operar desde zonas residenciales.
Reacciones y estado de tensión
La premura de las Fuerzas Armadas israelíes en advertir sobre la presencia de misiles antibuque en la zona sugiere la determinación de Israel de seguir con sus operaciones en Beirut. A pesar de las advertencias a los civiles para que abandonen ciertas áreas de Dahye, Hezbolá ha negado la existencia de armamento en la zona, un hecho que agrega incertidumbre a la situación en la región.
Un conflicto prolongado
Este desarrollo accede a un contexto más amplio, ya que Hizbulá ha sido objeto de \numerosos ataques aéreos israelíes en el pasado. Desde el 8 de octubre, las tensiones entre Israel y Hizbulá se han intensificado, con un saldo de más de 700 personas muertas en Líbano esta semana, según cifras del Ministerio de Salud Pública libanés. Este recrudecimiento del conflicto genera preocupaciones sobre su evolución y las repercusiones que podría tener en la región.
Las acciones militares llevaron a Israel a colocar a sus fuerzas en alerta máxima, en previsión de posibles represalias por parte de Hezbolá o sus aliados. Un portavoz castrense expresó la disposición de Israel para una escalada más amplia si se presentara la ocasión, indicando que los servicios de inteligencia han mostrado una alta preparación ante la posibilidad de nuevos ataques.
La muerte de Hasán Nasrala, a lo largo de su larga trayectoria al frente de Hezbolá, marca un hito en la historia del grupo y plantea interrogantes sobre su futuro y su capacidad de respuesta ante este ataque. La situación podría derivar en un reestructuramiento del liderazgo de Hezbolá, así como en la redefinición de su estrategia en el conflicto con Israel.
Las repercusiones de este desenlace no se limitan únicamente a Israel y Líbano, sino que podrían tener un impacto más amplio en la dinámica geopolítica de la región. La escalada de las tensiones plantea el riesgo de una extensión del conflicto a otros actores regionales, así como de una mayor inestabilidad en el Medio Oriente, que ya se encuentra marcado por una serie de conflictos y tensiones.
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