
La historia detrás de los tanques elevados de Villahermosa: ¿símbolos de modernidad o proyectos fallidos?

En la ciudad de Villahermosa, capital del estado de Tabasco en México, se encuentran imponentes tanques elevados que representan un proyecto de modernización y mejora en el abastecimiento de agua potable. Estas estructuras, que se han convertido en emblemas de la ciudad, tienen una historia interesante y controversias en torno a su funcionamiento y beneficios para la población.
El propósito de los tanques elevados en Villahermosa
En 1978, durante el gobierno del Ing. Leandro Rovirosa Wade, se impulsó la construcción de los tanques elevados con el objetivo de mejorar el servicio de abastecimiento de agua potable para todos los habitantes de la ciudad. Estos proyectos formaban parte de un plan más amplio de modernización, que incluía el proyecto urbanístico de Tabasco 2000. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones, surgieron desafíos en la ejecución.
Se planeó la construcción de cuatro tanques elevados, pero finalmente solo se llevaron a cabo tres. Estos fueron ubicados estratégicamente en la Av. Paseo Usumacinta, la Av. Gregorio Méndez Magaña cerca del Hospital Regional de Alta Especialidad "Dr. Rodolfo Nieto Padrón" y en la colonia Lidia Esther. La construcción de estos tanques implicó un costo de poco más de 455 millones de pesos en aquel momento, cada uno con una capacidad de al menos 4 mil metros cúbicos.
Desafíos y problemas de infraestructura
A pesar de la modernidad y la visión de progreso que representaban, los tanques elevados se enfrentaron a dificultades en su implementación. Uno de los principales problemas surgió en relación con la infraestructura de las tuberías encargadas de distribuir el agua desde los tanques hasta los hogares. El diámetro de estas tuberías resultó ser inadecuado para soportar la presión generada por los tanques elevados, lo que provocó problemas de suministro en varias colonias de la ciudad.
Aunque el proyecto inicial buscaba beneficiar a la población con un mejor servicio de agua potable, las limitaciones en la infraestructura existente generaron dificultades en su funcionamiento. A día de hoy, algunas colonias todavía experimentan desabastecimiento de agua de manera regular debido a estas limitaciones.
¿Poner en funcionamiento o retirar los tanques elevados?
A pesar de los desafíos y limitaciones, los tanques elevados siguen siendo parte del paisaje urbano de Villahermosa. Incluso, el tanque ubicado en la Av. Paseo Usumacinta fue intervenido artísticamente en 2009 por Eliazar Hernández y otros artistas tabasqueños, lo que lo convirtió en un atractivo visual para la ciudad.
Sin embargo, la viabilidad de poner en funcionamiento estos tanques elevados sigue en entredicho. Las limitaciones de las tuberías, su antigüedad y el costo asociado a su actualización representan un desafío importante. Como alternativa, la construcción del Acueducto Usumacinta se planteó como una solución para abordar los problemas de abastecimiento de agua en la ciudad, dejando a los tanques elevados como testigos de un intento de modernización que enfrentó obstáculos.
En la actualidad, estos tanques elevados permanecen como parte de la identidad visual de Villahermosa, recordando un capítulo en la búsqueda de mejoras en el suministro de agua potable para sus habitantes.
Con esta historia, los tanques elevados de Villahermosa se convierten en una reflexión sobre los desafíos de implementar proyectos de infraestructura en crecimiento urbano, así como sobre la importancia de considerar no solo la construcción de nuevas estructuras, sino también la actualización y adaptación de la infraestructura existente para garantizar su funcionalidad a largo plazo.
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