En el contexto del próximo proceso electoral en México, surge la preocupación acerca del papel que pueda jugar el crimen organizado. A raíz del asesinato de un candidato presidencial en Ecuador, se evidencia la influencia y el alcance de las bandas criminales mexicanas en la política. Además, se ha difundido información sobre reuniones entre funcionarios públicos y delincuentes, lo que alimenta las sospechas de una posible injerencia del crimen en la actividad política. El incremento de la violencia y las declaraciones de algunos políticos han generado preocupación en la sociedad.
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