La lucha de las mujeres japonesas por conservar su apellido tras el matrimonio
En Japón, el Código Civil exige que ambos cónyuges compartan el mismo apellido, causando controversia en la sociedad.
En Japón, el Código Civil establece que ambos cónyuges deben tener el mismo apellido, ya sea el del hombre o el de la mujer, una característica única en el mundo.
Resistencia masculina
En esta sociedad patriarcal, el 96% de los hombres que se casan se niegan a renunciar a su apellido, lo que lleva a que, de facto, las mujeres casadas adopten el apellido de sus maridos.
Voces de indignación en Japón
Inconformes con esta norma, dos tokiotas expresan su descontento: "Es terrible prohibirnos usar nuestro apellido de soltera", afirma la primera. La otra mujer añade: "Se está negando la propia identidad de las mujeres casadas, ya que se equipara a la de sus maridos. Esto equivale a decir que, simbólica y oficialmente, solo existimos en virtud de nuestra relación conyugal".
Una desventaja adicional
Otra mujer comenta sobre la desventaja que esto representa para las mujeres trabajadoras: "Después del matrimonio, las mujeres trabajadoras tienen que hacerse un hueco en el mundo laboral. Es una desventaja más, cuando ya estamos luchando por encontrar nuestro lugar en esta cultura empresarial japonesa tan masculina, incluso machista".
Voces a favor y en contra
Existen opiniones divididas en torno a esta norma. La ministra Sanae Takaichi, figura de los ultraconservadores, defiende el sistema argumentando que el uso de dos nombres en las familias perjudicaría a los niños. Sin embargo, el 70% de los encuestados, tanto hombres como mujeres, desean que se suprima esta norma, considerada sexista.
Compartir noticia