Más de 700 homicidios desde captura de Mayo Zambada en Sinaloa

En un escenario de inseguridad creciente, que ha sacudido a Sinaloa desde la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, las autoridades locales han enfrentado una dura realidad, que incluye más de 700 homicidios dolosos, bloqueos, balaceras y quemas de vehículos y comercios. Estos actos han generado temor e incertidumbre entre la población, quien ha relacionado de inmediato estos sucesos con el crimen organizado.

Desafío a la percepción pública

A pesar de los incesantes actos de violencia, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, ha optado por minimizar su impacto en la sociedad. En su opinión, la situación ha sido malinterpretada, señalando que Sinaloa se encuentra “perfectamente bien”. Esta afirmación ha generado revuelo, pues contrasta notablemente con la realidad vivida por los ciudadanos que, a diario, enfrentan el azote de la delincuencia organizada.

Rocha Moya ha insistido en destacar la vitalidad de la vida cotidiana en Sinaloa, mencionando que los estadios están llenos y las escuelas siguen funcionando. Sin embargo, omite mencionar las sólidas amenazas que prevalecen en el estado, así como la reciente decisión de la Liga MX de mudar al equipo Dorados a Tijuana, en respuesta a los graves problemas de seguridad en la región.

Una visión sesgada

El gobernador ha llamado a la población a revisar la situación de Sinaloa desde una perspectiva positiva, desestimando las preocupaciones legítimas de seguridad pública. Sin embargo, contrasta esta postura con laaumento de la violencia, que ha cobrado la vida de numerosas personas en el estado, incluyendo a un ex policía, cuyo cuerpo fue abandonado a la entrada del Congreso local en Culiacán.

Una economía en riesgo

Rocha Moya ha intentado apuntar a la fortaleza económica de Sinaloa, resaltando la producción de alimentos y el trabajo constante de sus habitantes. No obstante, es innegable que la inseguridad está afectando la percepción de los inversionistas, así como la calidad de vida de los ciudadanos.