AMLO acuerda con funcionarios de Estados Unidos temas de comercio y seguridad en agenda

El martes 16 de abril, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sostuvo una reunión con un grupo de funcionarios del Gobierno de Estados Unidos en Palacio Nacional. La reunión tuvo una duración de aproximadamente dos horas y contó con la presencia de importantes personalidades como Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de Seguridad del presidente Joe Biden, y Amos J. Hochstein, coordinador de Infraestructura Global y Seguridad Energética de EU. Asimismo, participaron en el encuentro el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, y la canciller mexicana, la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Alicia Bárcena, quien dirigió los trabajos de la reunión privada.

Desde el pasado miércoles 10 de abril, el Presidente López Obrador había anunciado su interés en recibir a los funcionarios de la Casa Blanca para discutir importantes proyectos en México. Entre los temas abordados se destacaron los proyectos en el Istmo de Tehuantepec y la producción de cobre en el país. En relación al Istmo, el presidente destacó la importancia de este proyecto como una posible alternativa al Canal de Panamá, dada la expectativa de un crecimiento del comercio mercante. En cuanto a la producción de cobre, se enfatizó su relevancia para la fabricación de autos eléctricos, un tema considerado prioritario en Estados Unidos.

“Uno es el Istmo, el Istmo tiene mucho futuro porque nuestros hermanos panameños tienen el problema de lo del Canal y se va a complicar; lo están resolviendo ellos y son muy buenos hermanos, panameños, pero hará falta porque está creciendo mucho el comercio mercante, la Marina mercante y tendrá mucho auge de todo el Istmo, en este proyecto para el comercio mundial”, declaró el presidente López Obrador.

Resultados del encuentro

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, salió de Palacio Nacional con un ejemplar del último libro del presidente AMLO, titulado 'Gracias'. Este encuentro representa un paso importante en las relaciones entre México y Estados Unidos, así como en el desarrollo de proyectos que podrían tener un impacto significativo en el comercio y la infraestructura de la región. Las conversaciones y acuerdos alcanzados durante esta reunión tendrán efectos a largo plazo en ambos países, fortaleciendo su colaboración en áreas clave como la seguridad, la energía y el comercio.