Ritual ancestral de puñetazos para pedir lluvias y cosecha fértil en carnaval de Guerrero

En medio de la crisis de violencia que se vive en la zona centro del estado de Guerrero, habitantes del municipio de Zitlala llevan a cabo un ritual ancestral en el que protagonizan peleas a puño limpio como parte de una tradición para pedir lluvias y una buena cosecha de temporada. El "Martes de Carnaval" es el día en que los habitantes de Zitlala y comunidades cercanas se reúnen para participar en estas peleas, como parte de una costumbre que ha sido transmitida de generación en generación.

Ritual ancestral para pedir lluvias y buena cosecha

Este peculiar ritual, que se lleva a cabo en la explanada principal entre la catedral y el palacio municipal, implica que los participantes consuman mezcal antes de la pelea, como un sedante para aminorar el dolor o para caer noqueados durante el combate. Los hombres, vestidos con faldas negras y blusas blancas característicos de la zona, danzan desde sus barrios hasta el lugar designado para la pelea, donde se enfrentan a puño limpio. Mario Atianguis Jiménez, quien lleva 35 años participando en estas peleas, explicó que esta tradición se remonta a sus antepasados, y que las peleas se realizan con la intención de pelear a ganar, pero no por rencor, sino como un acto de tradición y súplica por buenas condiciones climáticas para la siembra.

Historia y significado de las peleas

Según relatos de cronistas, estas peleas datan de la independencia del pueblo Zitlalteca, cuando se disfrazaron de mujeres para enfrentar a los abusos y saqueos por parte de otro pueblo. A pesar de que las contiendas pueden ser sangrientas, los participantes aseguran que no las realizan con miedo, sino con la determinación de preservar esta tradición. Aunque la violencia en esa zona ha llevado a reforzar la seguridad desde 2015, este año la vigilancia se vio disminuida y solo quedó a cargo de la seguridad del municipio. La festividad del "Martes de Carnaval" en Zitlala, que en náhuatl significa ‘Lugar de estrellas’, atrae a cientos de espectadores que presencian las peleas entre los contendientes.

Arraigada tradición en la zona

A pesar de las particularidades y la violencia que puedan implicar, estas peleas forman parte de una arraigada tradición en la zona, donde la comunidad busca a través de estos actos ancestrales garantizar una buena temporada de lluvias y una cosecha fértil.