
UAS suspende clases presenciales en Culiacán por violencia
Debido a la violencia tras la detención de miembros de ‘Los Chapitos’, la UAS y la SEP cancelaron clases presenciales en Culiacán, optando por clases virtuales.

La Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) tomó la decisión de cancelar las clases presenciales en Culiacán este jueves 20 de febrero, como medida de precaución ante los eventos violentos que han afectado la ciudad tras la detención de miembros del grupo criminal 'Los Chapitos'. A través de un comunicado oficial, la UAS informó a la comunidad universitaria que las actividades académicas del turno matutino se llevarían a cabo de manera virtual.
En el comunicado, se puede leer: "Ante los hechos de violencia que se han suscitado en la capital sinaloense, la Universidad Autónoma de Sinaloa informa a la comunidad universitaria que las clases de hoy jueves 20 de febrero se llevarán a cabo de manera virtual en el turno matutino en el municipio de Culiacán”.
Medidas de Seguridad
La UAS también hizo un llamado a los estudiantes para que permanezcan atentos a las actualizaciones oficiales a través de sus redes sociales y Radio UAS. Además, la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEP) anunció de manera similar las clases virtuales en el municipio de Culiacán para todos los niveles educativos.
La SEP envió un comunicado a padres de familia y personal docente, instándolos a estar al tanto de los comunicados oficiales emitidos por la dependencia. Esta medida busca garantizar la seguridad de la comunidad educativa durante este periodo de incertidumbre.
Capturas de Líderes Criminales
Los hechos violentos se derivan de la captura de dos integrantes importantes del grupo criminal 'Los Chapitos': José Ángel Canobbio Inzunza, alias "El Güerito", y Kevin Alonso Gil Acosta, alias "El 200". La detención de estos líderes fue realizada por las Fuerzas Armadas en operaciones simultáneas.
Kevin Alonso Gil Acosta era responsable de la seguridad del líder de 'Los Chapitos' y se le relaciona con diversos delitos como homicidios, extorsiones y ataques a la autoridad. También se le atribuye la coordinación de la compra de armamento y municiones para los miembros del grupo criminal, así como la organización de fuerzas de reacción para confrontar a grupos rivales o a las autoridades federales.
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