
Avance Científico: Anticuerpos Impiden Adherencia de Glóbulos Rojos Infectados en Malaria Severa
Investigadores del EMBL utilizaron "órganos en chip" para demostrar que anticuerpos impiden que glóbulos rojos infectados se adhieran a vasos, pudiendo tratar la malaria severa.

Un equipo de investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) en Barcelona, en colaboración con un grupo internacional, ha realizado un importante avance en la comprensión de la malaria severa y su relación con el parásito Plasmodium falciparum.
Este estudio, publicado en la revista Nature, ha demostrado que ciertos anticuerpos tienen la capacidad de prevenir la adhesión de glóbulos rojos infectados a las paredes de los vasos sanguíneos, un mecanismo clave detrás de los síntomas de la malaria severa.
La malaria severa y el Parásito Plasmodium falciparum
Plasmodium falciparum es el parásito responsable de la malaria grave, el cual infecta y modifica los glóbulos rojos en el cerebro, causando flujos sanguíneos deficientes y bloqueos en el sistema vascular. Esto puede llevar a la inflamación del cerebro y desencadenar la malaria cerebral.
Identificación de anticuerpos efectivos
El flujo sanguíneo se ve bloqueado principalmente por una familia de aproximadamente 60 proteínas virulentas, conocidas como PfEMP1, presentes en la superficie de los glóbulos rojos infectados. Algunas de estas proteínas pueden unirse a otra proteína humana, la EPCR, que se encuentra en las células que recubren los vasos. Debido a la alta variabilidad de esta proteína, el equipo investigativo tenía dudas sobre la posibilidad de identificar un único anticuerpo humano capaz de reconocer todas las variantes.
Sin embargo, mediante métodos de cribado inmunológico mejorados, lograron identificar dos anticuerpos ampliamente efectivos contra diferentes versiones de la proteína PfEMP1, dirigiéndose a la parte de esta que interactúa con el receptor EPCR, el de la célula humana.
La verificación de la efectividad de estos anticuerpos no pudo realizarse con modelos animales, debido a las diferencias entre las proteínas virulentas de los parásitos que infectan a los ratones y las de los humanos. Como alternativa, utilizaron la tecnología de "órgano en chip" para recrear microvasos cerebrales en 3D, los cuales fueron infectados con parásitos de malaria. Posteriormente, introdujeron los dos anticuerpos en el sistema vascular cultivado en laboratorio y quedaron asombrados por su eficacia en prevenir la adhesión de los glóbulos rojos infectados a los vasos.
Estos anticuerpos ampliamente reactivos representan un mecanismo común de inmunidad adquirida ante la malaria grave, y ofrecen nuevas perspectivas para el desarrollo de una vacuna o tratamiento basado en PfEMP1 contra la malaria severa.
Nuevas estrategias de vacunación y tratamiento
Este descubrimiento marca un hito significativo en el ámbito de la salud pública, ya que podría abrir nuevas vías para la prevención y tratamiento de la malaria severa, una enfermedad que representa un grave riesgo para la vida de muchas personas en todo el mundo.
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