
Lluvia y terremotos: ¿una relación real o mito?
Aunque se asocie la lluvia con terremotos, la ciencia indica que ambos fenómenos son independientes.

El reciente desbordamiento del Gran Canal en la Ciudad de México ha generado preocupación y cuestionamientos sobre las fallas en el sistema de drenaje pluvial de la capital. Si bien es cierto que la ocurrencia de lluvias intensas siempre conlleva un mayor riesgo de inundaciones, diversos factores parecen haber contribuido al desbordamiento, evidenciando una compleja red de problemas que requieren atención inmediata.
Factores detrás del desbordamiento
La precipitación intensa registrada en la ciudad puso a prueba las capacidades del sistema de drenaje pluvial. Sin embargo, más allá de la cantidad de lluvia, otros factores intervinieron en el desbordamiento del Gran Canal. La falta de mantenimiento y limpieza de los canales de agua es una preocupación constante, ya que la acumulación de basura, escombros y sedimentos reduce la capacidad de flujo del agua.
Otra arista relevante es la pérdida carga en las tuberías y canales debido al tiempo y a la falta de inversión en infraestructura. A lo largo de los años, el desgaste natural y la corrosión han afectado la eficiencia del sistema, disminuyendo su capacidad para transportar el agua durante eventos de lluvia intensa.
Relación entre lluvias y presión en fallas
En el contexto del desbordamiento del Gran Canal, es importante considerar que las lluvias no solo generan un aumento en el volumen de agua a evacuar, sino que también pueden influir en la presión fallas geológicas. La acumulación de agua en el subsuelo puede alterar la distribución de las cargas sobre las rocas, incrementando la presión en zonas de debilidad.
Aunque no existe una relación directa entre las lluvias y los sismos, es necesario evaluar cómo las condiciones climáticas pueden contribuir a la inestabilidad del suelo y aumentar el riesgo de eventos geológicos, especialmente en áreas con alta actividad sísmica.
El desbordamiento del Gran Canal resalta la necesidad de implementar soluciones integrales para mejorar la capacidad de drenaje pluvial en la Ciudad de México. Esto implica no solo realizar inversiones en infraestructura, sino también fortalecer los mecanismos de mantenimiento y limpieza de los canales, así como promover la educación ciudadana sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
Es fundamental que las autoridades implementen políticas públicas que aborden de manera integral la gestión del agua en la ciudad, considerando tanto la prevención de inundaciones como la protección del medio ambiente. La construcción de sistemas de drenaje pluvial más eficientes, la reforestación y la promoción de prácticas de manejo sostenible del suelo son algunos ejemplos de medidas que pueden contribuir a mitigar los riesgos asociados a eventos climáticos extremos.
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