
Iceberg gigante A23a encalla cerca de la Antártida, riesgo para pingüinos y ecosistemas
Un enorme iceberg, A23a, se ha encallado cerca de la isla de San Pedro, lo que podría afectar a los pingüinos y focas, generando cambios en el ecosistema local.

El iceberg más grande y antiguo del mundo, conocido como "A23a", ha encallado en aguas poco profundas cerca de la isla británica de San Pedro o Georgia del Sur. Este evento ha generado preocupación entre científicos y pescadores debido al potencial impacto en el ecosistema local.
Con placas de hielo que alcanzan los 400 metros de grosor, un peso casi equivalente a mil millones de toneladas y una superficie de aproximadamente 3.600 kilómetros cuadrados, el iceberg "A23a" es dos veces más grande que la zona metropolitana de Londres. Su tamaño considerable ha despertado temores sobre su efecto en los millones de pingüinos y focas que habitan la región.
Un Enigma de Dimensiones Colosales
El oceanógrafo Andrew Meijers, del British Antarctic Survey, señaló en un comunicado reciente que "en las últimas décadas, muchos icebergs que adoptan esta ruta por el Océano Antártico pronto se rompen, se dispersan y se derriten". Por lo tanto, se plantea la interrogante de cómo este iceberg, debido a su tamaño inusual, podría afectar al ecosistema local. Algunos expertos expresan su temor de que el "A23a" pueda alterar el delicado equilibrio del ambiente marino.
El Impacto en los Ecosistemas Marinos
Los pescadores que operan en las cercanías temen que la presencia del iceberg "A23a" dificulte su actividad, obligándolos a lidiar con enormes trozos de hielo que podrían afectar su capacidad de alimentarse. Además, se especula que la liberación masiva de nutrientes contenidos en el hielo al derretirse podría generar un fenómeno similar a una "bomba de nutrientes" en el medio marino, provocando una explosión de vida en el océano, según la profesora Nadine Johnston del British Antarctic Survey.
Preocupaciones por la Seguridad Marítima
El ecologista Mark Belchier, asesor del gobierno de la isla, manifestó a la BBC que si el iceberg se rompe, los icebergs resultantes podrían representar un riesgo para las embarcaciones debido a su movimiento en dirección a las corrientes locales. Esta situación podría restringir el acceso a zonas de pesca local.
Un Viaje de Décadas
La trayectoria del "A23a" abarca más de 40 años. Se desprende del plataforma de hielo antártica Filchner en 1986, fragmentándose en tres trozos más pequeños, siendo el "A23a" uno de ellos. Desde entonces, los expertos han monitoreado su movimiento y observaron que durante meses estuvo atrapado en la Columna de Taylor, un fenómeno oceanográfico donde el agua en rotación retiene objetos sobre su superficie. Este proceso mantuvo al "A23a" girando en un punto específico, retrasando su viaje hacia el norte.
En diciembre pasado, el iceberg se rompió tras permanecer varado durante más de tres décadas y comenzó a flotar a la deriva por el Océano Antártico, según imágenes satelitales. El profesor Huw Griffiths, desde una embarcación de investigación polar en la Antártica, señaló que "el futuro de todos los icebergs es que todos morirán", pero resaltó que "es muy sorprendente ver que el A23a ha durado tanto tiempo y sólo ha perdido un cuarto de su área".
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