
Investigación cardiovascular: del laboratorio a la clínica para prevenir enfermedades
Investigadores españoles Guadalupe Sabio y Borja Ibáñez exploran cómo la grasa afecta al corazón y buscan nuevas formas de prevenir enfermedades cardiovasculares mediante la investigación biomédica.

El corazón humano, una máquina asombrosa capaz de latir sin cesar durante toda la vida, es a la vez un órgano vulnerable susceptible a diversos factores. Desde la obesidad hasta el metabolismo y la composición misma del tejido graso que lo rodea, una intrincada red de interacciones puede afectar su equilibrio.
La danza invisible: Cómo la grasa y el corazón se influyen mutuamente
La Salud-investigación juega un papel crucial en desentrañar estos complejos mecanismos. La Dra. Carmen Sabio, experta en metabolismo y enfermedades cardiovasculares, junto con el Dr. Eugenio Fernández Aguilar, especialista en cardiología y prevención cardiovascular, nos ofrecen una mirada fascinante a la delicada danza entre la grasa y el corazón.
Más allá del tejido adiposo: El tejido graso, a menudo visto como un simple depósito de energía, se revela como un órgano activo con funciones cruciales en la regulación del hambre, el metabolismo y la utilización energética por parte de otros órganos, incluyendo el corazón. Su deterioro, según Sabio, desencadena una cascada de consecuencias que afectan a todo el organismo.
El tejido graso alrededor del corazón: un predictor silencioso: Desde el CNIC (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares), Fernández Aguilar y su equipo exploran cómo el tipo de grasa que rodea al corazón puede anticipar eventos cardiovasculares, incluso en individuos aparentemente sanos. "Observar su composición, más allá del volumen, nos ayuda a prever riesgos potenciales", explica.
La importancia de la prevención: La clave para proteger el corazón reside en la detección temprana de señales de alarma. Fernández Aguilar destaca el trabajo del estudio PESA, que permite observar patrones y revelar la raíz de las patologías cardiovasculares años antes de su aparición clínica. "Identificar estas señales tempranas nos brinda la oportunidad de actuar a tiempo", afirma.
Comunicación interorgánica: claves para la salud: Sabio enfatiza la importancia de comprender cómo los órganos se comunican entre sí. "Entender esta interacción compleja nos ayuda a predecir quién desarrollará una enfermedad y quién no, abriendo nuevas vías para la prevención y el tratamiento", señala.
La mujer en la ciencia: un talento que hay que cuidar: La Dra. Sabio es una firme defensora de la visibilidad de la mujer en la ciencia. "No podemos permitirnos perder el 50% del talento", afirma, trabajando activamente para fomentar vocaciones científicas en niñas y jóvenes desde la educación primaria. "La ciencia necesita todas las voces", concluye.
Un futuro más brillante a través de la investigación: El Premio Fundación Banco Sabadell ha sido un reconocimiento crucial para ambos investigadores, impulsándolos a continuar su labor con mayor responsabilidad. Para ellos, este galardón es una señal tangible del impacto que la investigación científica rigurosa, cooperativa y comprometida puede tener en la vida de las personas.
La interrelación entre la grasa y el corazón nos ofrece un panorama complejo y fascinante. A través de la Salud-investigación, podemos desentrañar los secretos de esta danza invisible y construir un futuro más saludable para todos.
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