¿Mente Colectiva? La Ciencia Sincroniza Cerebros al Interactuar

La neurociencia estudia la sincronización cerebral durante interacciones sociales, apoyando la idea de una "mente colectiva" a través de la actividad neuronal coordinada entre individuos.

La fascinación por la posibilidad de compartir pensamientos y emociones ha sido un tema recurrente en la ciencia ficción. Desde la telepatía del profesor Xavier en X-Men hasta la conexión con Eywa en Avatar, la ficción explora las fronteras de la interacción mental humana. Sin embargo, la ciencia real se está adentrando en este terreno, buscando comprender la realidad detrás de estas ideas.

Sincronización neuronal: más allá de la ficción

Nuevas técnicas de neuroimagen permiten observar cómo nuestros cerebros se sincronizan cuando colaboramos, interactuamos o aprendemos simultáneamente. Esta capacidad de coordinación cerebral, conocida como sincronización neuronal, no solo abre nuevas vías para comprender trastornos sociales como el autismo, sino que también desafía nuestra percepción de la interacción humana.

La neurocientífica Suzzane Dikker es una figura clave en este campo, y aunque el concepto de "sincronicidad" fue introducido por el psicoanalista Carl Jung, las investigaciones actuales se centran en la evidencia científica.

Neurociencia de segunda persona: Descifrando la interacción cerebral

La neurociencia de segunda persona adopta un enfoque que estudia la dinámica de interacción entre múltiples cerebros. Una metodología central en este campo es el hiperescaneo, que registra la actividad cerebral de dos o más personas mientras interactúan en tiempo real.

Esta técnica ha demostrado que los cerebros pueden coordinarse como si actuaran al mismo ritmo. La actividad neuronal se sincroniza, lo que sugiere una conexión profunda entre las mentes individuales. Esta capacidad, a veces denominada conexión mental, no es un superpoder, sino una función inherente al cerebro humano.

Sincronización cerebral: Más allá de la expresión

Estudios han revelado que las neuronas en regiones cerebrales equivalentes en diferentes personas se activan simultáneamente durante la interacción. Esto indica que nuestra capacidad para estar "en la misma onda" va más allá de una mera expresión.

La fNIRS, una técnica de hiperescaneo que registra la actividad neuronal externa mediante luz infrarroja, proporciona evidencia tangible de esta sincronización cerebral. Al medir los cambios en la oxigenación de la sangre, se puede identificar la actividad neuronal durante la interacción. Los resultados obtenidos a través de esta técnica refuerzan la idea de que la conexión mental es una realidad observable.

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