
Música y estudios: la ciencia revela cómo potenciar tu aprendizaje
La ciencia demuestra que la música instrumental con ritmos constantes mejora el rendimiento cognitivo, la concentración y el estado de ánimo durante el estudio.

El poder de la música para influir en nuestro rendimiento cognitivo ha sido tema de estudio por parte de diversas universidades a nivel mundial. Los resultados indican que, cuando se utiliza adecuadamente, la música puede convertirse en una herramienta valiosa para mejorar la concentración, la retención de información y el desempeño académico.
Música como aliada del aprendizaje
Investigaciones realizadas por instituciones como New York University, Georgetown, University of Würzburg y University of Sydney demuestran que la elección adecuada de la música no solo ambienta el espacio de estudio, sino que también puede tener un impacto positivo en el aprendizaje. Un estudio publicado en PLOS One reveló que la música instrumental con ritmos constantes y armónicos, conocidos como “ritmos groovy”, mejoró en un 7% el rendimiento cognitivo de los participantes, además de elevar su estado de ánimo al activar zonas del cerebro asociadas con la atención y la motivación.
El impacto de la música en la concentración
Algunos estilos musicales sin letra ayudan a disminuir el estrés y mejorar la productividad, factores cruciales para cualquier sesión de estudio. Al liberar la mente de la tensión, se abre espacio para pensar con mayor claridad. Ciertos géneros musicales pueden crear un entorno ideal para el aprendizaje al proporcionar una atmósfera relajante y estimulante al mismo tiempo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no toda la música tiene efectos positivos. Un estudio de la University of Würzburg demostró que las canciones con letras, especialmente en el mismo idioma del texto que se está leyendo, pueden afectar negativamente la comprensión lectora. Esto sucede porque el cerebro no puede dividir su atención eficazmente entre dos flujos de lenguaje simultáneos.
Música como ritual de estudio
A pesar de los efectos negativos que puede tener la música con letras en la comprensión lectora, la investigación también indica que la música de fondo calmada puede mejorar el desempeño en tareas de memoria y cálculo. Universidades como Sydney y Monash han confirmado este hallazgo.
Más allá de lo técnico, la música puede convertirse en un ritual personal de estudio. Elegir un tipo específico de música para estudiar puede ayudar a entrenar al cerebro para entrar en modo enfoque. Al crear una asociación entre la música y el aprendizaje, se establece una rutina que facilita la concentración y la productividad.
En definitiva, aprender también es crear el entorno ideal para el desarrollo cognitivo, y en ese entorno, la música a menudo juega un papel fundamental. Incorporar la música adecuada al proceso de estudio puede mejorar la concentración, reducir el estrés y optimizar el rendimiento académico. Al explorar diferentes géneros y ritmos, se puede encontrar la armonía musical perfecta que potencie la experiencia de aprendizaje.
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