Descubre los sorprendentes beneficios de la jícama para diabéticos y salud cardiaca

La jícama, tubérculo nutritivo y bajo en azúcar, beneficia a diabéticos y corazón al ser rica en minerales, fibra y agua.

La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, limitando su capacidad para regular los niveles de azúcar en la sangre. Uno de los aspectos más importantes para las personas con diabetes es la alimentación, ya que ciertos alimentos pueden tener un impacto significativo en sus niveles de glucosa. Sin embargo, existen opciones saludables que no solo son seguras para su consumo, sino que también ofrecen beneficios adicionales para la salud cardiovascular. Uno de estos alimentos es la jícama, un tubérculo que, a pesar de ser poco conocido en algunos lugares, tiene un alto valor nutricional y puede ser de gran ayuda para quienes padecen diabetes.

La jícama: un tubérculo lleno de beneficios

A menudo, la jícama se confunde con una fruta debido a su sabor dulce y su versatilidad en la cocina. Sin embargo, es importante aclarar que se trata de un tubérculo perteneciente a la familia de las leguminosas Fabaceae, que incluye a otros alimentos como los frijoles, habas y garbanzos. A diferencia de estos, las vainas de la jícama son no comestibles debido a la presencia de una sustancia tóxica. Su nombre proviene del náhuatl "xicamatl", que significa "raíz acuosa", y es originaria de Mesoamérica.

La jícama tiene un sabor característico, con un toque dulce y almidonado, lo que la hace ideal para ser consumida de diversas maneras. Se puede comer cruda, acompañada de sal, limón y chile, o bien utilizarla en ensaladas, sopas, o asada y frita. Su cultivo se lleva a cabo entre los meses de marzo y junio, y la cosecha se realiza de septiembre a diciembre.

La jícama es un alimento que se destaca por su alto contenido en minerales como el potasio, el calcio y el magnesio, así como por ser una fuente rica en vitamina C y algunas vitaminas del complejo B. Además, contiene inulina, una fibra que actúa como prebiótico y favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas en el sistema digestivo, contribuyendo así a la salud intestinal. Su composición es mayoritariamente agua, representando entre el 85% y el 90% de su peso total, lo que la convierte en una opción ideal para la hidratación natural del cuerpo.

La jícama y la diabetes

Según el Fideicomiso de Riesgo Compartido, el dulzor de la jícama proviene de la oligo-fructosa, un compuesto que el cuerpo humano no metaboliza, lo que la convierte en una opción adecuada para personas con diabetes. Esto significa que su consumo no elevará los niveles de azúcar en la sangre, pero proporcionará una sensación de dulzura sin las consecuencias negativas para la salud. Además, la jícama ofrece beneficios adicionales para la salud ósea, al mejorar la absorción de calcio, lo que ayuda a prevenir la osteoporosis y a mantener un colon sano. Su contenido de potasio contribuye al buen funcionamiento del corazón, ya que el consumo de alimentos ricos en este mineral está relacionado con la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas.

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