Alimentos contaminados: descubre los 5 alimentos que contienen microplásticos sin saberlo

Los microplásticos están en diversos alimentos y su consumo puede afectar la salud. Se recomienda reducir plástico, elegir alimentos orgánicos y lavar bien los productos.

Desde hace varias décadas, ha habido un creciente reconocimiento sobre el daño que los desechos plásticos han causado a los ecosistemas marinos, sin embargo, un peligro aún mayor son los microplásticos, los cuales han pasado desapercibidos para muchos de nosotros. Estos diminutos fragmentos de plástico, con un tamaño inferior a 5 mm, se han infiltrado en casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, incluyendo cinco alimentos que consumimos regularmente sin ser conscientes de su presencia.

La amenaza invisible en los alimentos

Los microplásticos, como bien señala Pamela Lein, doctora en Neurotoxicología de la Universidad de California en Davis, son fragmentos de plástico que, debido a su pequeño tamaño, son extremadamente difíciles de detectar. Estos pequeños contaminantes han encontrado su camino en nuestros ecosistemas acuáticos, en el aire que respiramos, en el agua potable embotellada y, lo más alarmante, en los alimentos que consumimos a diario.

La descomposición de los residuos plásticos no sigue un proceso de biodegradación tradicional, sino que se fragmentan en pedacitos cada vez más pequeños debido a la acción del viento, las olas y la luz solar. Esta degradación no solo plantea un riesgo para el medio ambiente, sino que también repercute en nuestra salud de manera directa.

Menú contaminado

Los microplásticos no solo afectan el entorno, sino que también han encontrado su camino en nuestro plato. Varios alimentos han sido identificados como portadores de este contaminante invisible, y la lista es más larga de lo que pudiésemos imaginar. Los mariscos y pescados son especialmente susceptibles, ya que al ser organismos filtradores, tienden a acumular una mayor cantidad de microplásticos en sus tejidos. La sal marina, particularmente la no refinada, también ha demostrado contener microplásticos. Aunque en menor medida, las frutas y verduras no son inmunes a esta contaminación, pudiendo estar expuestas a microplásticos presentes en el suelo o en el aire. Además, el agua embotellada y algunas bebidas envasadas en plástico también pueden contener microplásticos, así como las bolsas de té, que al contactar con agua caliente pueden liberar microfibras perjudiciales.

Investigaciones realizadas por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han revelado que los mejillones y almejas pueden presentar concentraciones de hasta un 71% de microplásticos, mientras que en crustáceos, langostas, langostinos y camarones se han encontrado niveles del 66%.

Medidas de prevención

Afrontar la contaminación por microplásticos requiere de la adopción de medidas que nos permitan reducir nuestra exposición. Una de las acciones más efectivas es minimizar el consumo de plástico mediante la evitación de productos de un solo uso y el fomento del reciclaje. Optar por alimentos orgánicos, que suelen estar menos expuestos a contaminantes, incluyendo los microplásticos, también resulta ser una medida recomendable. Asimismo, es fundamental lavar adecuadamente las frutas y verduras antes de su consumo, así como reducir la ingesta de productos procesados, que pueden contener un mayor número de aditivos y estar más expuestos a la contaminación por plásticos.

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