Fósil de ámbar revela hongo zombi controlando insecto hace 99 millones de años

Fósiles de ámbar de 99 millones de años revelan un hongo "zombi" controlando una mosca y una hormiga, ilustrando una dinámica parasitaria antigua.

El fascinante mundo del pasado se revela a través de fósiles excepcionalmente conservados. Un descubrimiento reciente ha cautivado a la comunidad científica: un fragmento de ámbar de 99 millones de años alberga un insecto infectado por un hongo tipo “zombi”. Esta singular escena, capturada en el tiempo, ilustra una dinámica natural fascinante en la que un hongo parásito controla y finalmente termina con la vida de su huésped. Una mosca atrapada en el ámbar muestra cómo un cuerpo fructífero con apariencia de hongo emerge desde su cabeza, mientras que una hormiga joven también afectada por un hongo similar se suma a este grupo de ejemplos entre los más antiguos encontrados hasta la fecha.

Un Vistazo al Pasado: Relaciones Ecológicas Preservadas

Los investigadores, tras examinar decenas de miles de fragmentos, encontraron estos dos fósiles raros. El ámbar ofrece una ventana única al pasado, permitiendo visualizar las antiguas relaciones ecológicas preservadas en los fósiles. Estos ejemplares, descritos en un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, representan una rareza invaluable en el registro fósil.

Yuhui Zhuang, estudiante de doctorado en el Instituto de Paleontología de la Universidad de Yunnan, China, y autor principal del estudio, afirma que estos dos fósiles son excepcionales. La investigación se centró en detalles microscópicos, utilizando técnicas como la microscopía óptica y la microtomografía computarizada para obtener imágenes tridimensionales de los insectos infectados conservados en el ámbar. A partir de estas observaciones, los científicos asignaron nombres científicos a ambas especies: Paleoophiocordyceps gerontoformicae, el hongo que infectaba a la hormiga, y Paleoophiocordyceps ironomyiae, presente sobre la mosca. Estos nombres reflejan tanto la naturaleza ancestral de los hongos como el tipo de huésped sobre el que se desarrollaban.

La identificación exigió una comparación minuciosa de las estructuras fúngicas con características conocidas del género Ophiocordyceps, reconociendo su manifestación actual como hongos parásitos de insectos. Los científicos prestaron especial atención al desarrollo de los cuerpos fructíferos, estructuras responsables de la reproducción del hongo que brotan desde los cuerpos de sus anfitriones y resultan la señal más evidente del proceso de zombificación.

El Fascinante Ciclo de Zombificación por Parte de Hongos

El fenómeno por el cual los hongos Ophiocordyceps manipulan y acaban con insectos es uno de los ejemplos de parasitismo más estudiados y llamativos de la naturaleza. En las especies actuales, como las asociadas a hormigas, el ciclo comienza cuando una espora del hongo se posa sobre el insecto, penetra a través de una zona débil de su exoesqueleto y llega hasta el cerebro del huésped. Desde allí, el hongo altera profundamente el comportamiento del animal para favorecer la diseminación de sus propias esporas.

Según explica Conrad Labandeira del Smithsonian Museum of Natural History, en el caso de hormigas carpinteras, la infección desemboca en la pérdida de control sobre sus movimientos y, finalmente, en la muerte del insecto. El cuerpo de la hormiga entonces sirve de base para que el hongo produzca una estructura similar a un pequeño hongo, que surge del cráneo del anfitrión. Esto facilita la dispersión de nuevas esporas en el entorno. Por este motivo, la especie moderna ha sido apodada “hongo de la hormiga zombi”, término también popularizado por la serie y videojuego 'The Last of Us’.

Este mecanismo de zombificación por parte de hongos parásitos tiene raíces profundas en la historia evolutiva. Los investigadores sostienen que Paleoophiocordyceps probablemente zombificaba a sus hospedadores de modo semejante al de sus descendientes modernos, controlando a la presa antes de matarla para optimizar su propio ciclo de vida.

La Importancia de los Fósiles en Ámbar: Diversidad y Conservación del Pasado

Los descubrimientos en ámbar han ampliado nuestro conocimiento sobre la diversidad biológica y las relaciones ecológicas que existieron hace millones de años. Phil Barden, investigador del Instituto Tecnológico de Nueva Jersey, subraya que el registro fósil en ámbar solo ofrece una muestra mínima de toda la variedad de organismos y parásitos que coexistieron con los insectos.

Edmund Jarzembowski, del Museo de Historia Natural de Londres, señala que el hallazgo de estos fósiles con relaciones tan extrañas demuestra que fenómenos presentes hoy día ya estaban consolidados en la era de los dinosaurios. Estos descubrimientos ofrecen un vistazo invaluable al pasado, revelando la complejidad y asombrosa evolución de las interacciones entre organismos a lo largo del tiempo.

Además, resaltan la importancia de la preservación de estos fósiles únicos, ya que son ventanas al pasado que nos ayudan a comprender mejor la historia de la vida en la Tierra. El estudio y análisis de estos ejemplares permiten desentrañar los secretos del pasado, proporcionándonos información invaluable sobre la evolución y diversidad de la vida.

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