
Hablar solo: una práctica común que mejora la memoria y la concentración, según la psicología
Hablar solo, lejos de ser un estigma, mejora memoria, concentración y autoconocimiento, según estudios recientes en psicología.

La práctica de hablar solo, a menudo desestimada o estigmatizada, ha encontrado en la ciencia y la psicología un validar sus beneficios. Numerosos estudios recientes demuestran que la autocharla, lejos de ser un indicativo de locura, puede desempeñar un papel crucial en el fortalecimiento de la memoria y la concentración.
El experimento del profesor Gary Lupyan
En este contexto, destaca el experimento realizado por el profesor Gary Lupyan, de la Universidad de Wisconsin. Su investigación reveló que las personas que hablaban en voz alta tenían mayores probabilidades de recordar información, lo que desafía las percepciones negativas asociadas a la autocharla.
El papel del lenguaje en la recuperación de recuerdos
El estudio de Lupyan mostró que expresar palabras en voz alta actúa como una herramienta para la recuperación de recuerdos. Al escuchar nuestras propias palabras, se intensifican los procesos cognitivos, facilitando la concentración en tareas específicas. Este fenómeno resalta la importancia del lenguaje como un aliado en la concentración y memoria, más allá de su función comunicativa.
El diálogo interno como fuente de apoyo
La psicoterapeuta Anne Wilson Schaef resalta el papel del diálogo interno como herramienta de autoconocimiento y desarrollo personal. Según ella, la autocharla no solo fortalece la memoria y la concentración, sino que también puede ofrecer claridad mental y apoyo emocional, especialmente en momentos de estrés o indecisión.
El habla como ejercicio cerebral
Los especialistas resaltan que hábitos tan simples como repetir en voz alta un número telefónico o una lista de compras no solo son prácticas cotidianas, sino además, ejercicios que fortalecen el cerebro. Este uso del lenguaje no solo facilita el almacenamiento eficiente de información, sino que también subraya su importancia en el procesamiento visual y la memoria.
Derribando mitos y promoviendo la salud cognitiva
En conclusión, la ciencia respalda la idea de que la autocharla no es un signo de desequilibrio mental, sino una práctica que puede notablemente mejorar nuestra salud cognitiva. Los estudios respaldan que este hábito puede ser clave para potenciar la memoria, la concentración y el autoconocimiento, invitándonos a abrazar esta práctica como un medio para optimizar nuestras capacidades cognitivas y emocionales.
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