
La Ciencia de la Amistad: cómo Cultivar Vínculos Significativos para el Bienestar
Las amistades profundas mejoran el bienestar emocional y mental al proporcionar apoyo, confianza y un sentido de pertenencia.

En la búsqueda constante por comprender los elementos que enriquecen nuestra existencia, la ciencia nos ofrece un vistazo fascinante a la complejidad de la amistad y su impacto en nuestro bienestar psicológico. Los estudios de Jeffrey Hall, Robin Dunbar y Carolyn Parkinson, entre otros investigadores, arrojan luz sobre cómo se forjan estos lazos duraderos que contribuyen significativamente a nuestra felicidad y salud emocional.
La Ciencia Detrás de la Amistad Duradera
La investigación revela que las amistades profundas no son meramente conexiones sociales; van mucho más allá del apoyo social. Estas relaciones aportan una sensación de confianza, pertenencia e incluso seguridad, factores que se traducen en una vida más estable y satisfactoria. Como lo señala Jeffrey Hall, director del Relationships and Technology Lab en la Universidad de Kansas, las amistades deben entenderse como un continuo que abarca desde conocidos hasta amigos íntimos. La clave reside en que ambas personas se agradan y mantengan una frecuencia de comunicación que permita el desarrollo y fortalecimiento del vínculo.
La Confianza: Un Pilar Fundamental
Hall identifica la confianza, la fiabilidad y la capacidad de compartir información confidencial como rasgos fundamentales de una amistad sólida. Estas características permiten crear un espacio seguro en el que ambas partes se sienten cómodas siendo vulnerables, lo cual es esencial para la construcción de un vínculo profundo y duradero.
New Scientist destaca que el tiempo y la frecuencia de las interacciones son factores decisivos en la construcción de amistades. Comparte espacios como el trabajo o la escuela no garantiza relaciones estrechas; lo que marca la diferencia es la intención de integrar al otro en la vida cotidiana. En encuestas a personas que se habían mudado recientemente, Hall descubrió que se necesitan entre 57 y 164 horas de convivencia para que un vínculo evolucione de conocido a amigo. Para alcanzar el grado de “buen amigo” o “mejor amigo”, el tiempo compartido debe superar las 200 horas.
El antropólogo Robin Dunbar, de la Universidad de Oxford, ha identificado siete pilares que sustentan las amistades más estrechas. Estos pilares incluyen el idioma o dialecto, el lugar de crianza, la trayectoria educativa o profesional, los intereses o pasatiempos, la visión del mundo, el sentido del humor y los gustos musicales. Dunbar señala que, en promedio, compartimos uno o dos de estos pilares con la mayoría de nuestros amigos, pero con los cinco más cercanos coincidimos en seis o siete. Esta superposición refuerza la confianza, facilita la comunicación y contribuye a una mayor intimidad.
Afinidad Cerebral: Un Vinculo Intimo
Más allá de los factores sociales, la investigación también ha abordado el papel de la actividad cerebral en la formación de amistades. Carolyn Parkinson, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), analizó la actividad cerebral de estudiantes universitarios mientras veían videos mediante resonancia magnética funcional. Los resultados mostraron que era posible prever quiénes eran amigos con base en la similitud de sus respuestas neuronales a los estímulos audiovisuales. Parkinson explicó que las personas con reacciones emocionales similares y atención compartida tienden a comprenderse mejor, lo que facilita relaciones más fluidas y menos propensas al malentendido.
El Mantenimiento de la Conexión a Distancia
La ciencia también ha examinado cómo las amistades pueden mantenerse a pesar de la distancia. De acuerdo con New Scientist, Hall considera que las llamadas telefónicas y las videollamadas tienen un valor equiparable al contacto presencial en términos de calidad emocional. Crear rutinas de comunicación, incluso en entornos virtuales, es crucial para preservar la solidez del vínculo. Organizar encuentros digitales regulares permite mantener viva la conexión, incluso cuando las circunstancias personales impiden la interacción cara a cara.
Una Guía para Cultivar Vínculos Significativos
Los estudios presentados por New Scientist, junto con los aportes de Hall, Dunbar y Parkinson, ofrecen un enfoque estructurado sobre cómo se construyen las amistades más significativas. La inversión de tiempo, la coincidencia en valores e intereses y una comunicación constante emergen como factores esenciales para fortalecer estos lazos duraderos. El mantenimiento activo de estos vínculos, incluso por medios remotos, permite que las relaciones prosperen a largo plazo, cultivando así el bienestar emocional y un sentido profundo de pertenencia.
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