El Sol no es una bola de fuego, sino una gigante bomba de hidrógeno

El Sol es una bola de gas que lleva a cabo la fusión nuclear, produciendo calor y luz sin necesidad de oxígeno. 

La creencia popular acerca del Sol como una gran bola de fuego carece de exactitud, ya que no quema material como la madera, sino que en su interior ocurre un proceso conocido como fusión nuclear. Según la NASA, el Sol se asemeja más a una bomba de hidrógeno gigante que a una fogata inmensa.

La diferencia entre la combustión de carbono y la fusión nuclear radica en que la primera requiere oxígeno y da como resultado dióxido de carbono, calor y luz. Mientras que en la fusión nuclear, los protones chocan entre sí y se fusionan liberando energía, sin necesidad de oxígeno ni de consumir otro material. Este proceso se logra en el espacio a través de las estrellas, gracias a la intensa presión y temperatura generada por la gravedad.

El proceso del Sol

El Sol, compuesto por un 91.0% de hidrógeno y un 8.9% de helio en número de átomos, tiene una masa compuesta por aproximadamente un 70.6% de hidrógeno y un 27.4% de helio. Su núcleo alcanza temperaturas de unos 15 millones de grados Celsius, lo que le permite mantener la fusión termonuclear. Durante este proceso, los átomos de hidrógeno se fusionan para producir helio, generando la energía que produce calor y luz, sin generar llamas.

La evolución del Sol

El Sol experimenta fases en su ciclo solar, cambiando la polaridad magnética de sus polos geográficos aproximadamente cada 11 años. Durante estos ciclos, el Sol pasa de una calma tradicional a periodos violentamente activos, conocidos como "máximos solares", donde ocurren tormentas solares, manchas solares, erupciones y eyecciones de masa coronal. La liberación de energía y partículas durante estos fenómenos puede afectar satélites, redes eléctricas e incluso producir auroras boreales en lugares inesperados.

Compartir noticia

Copyright ©2025 Todos los derechos reservados | TVOAI